PERSONALIDADES FALSAS EN LA ÓPERA
Introducción
El equívoco, la asunción de una falsa identidad, siempre es un recurso que suele dar mucho juego en teatro, literatura y, como no, en la ópera. Muchas veces aportará un tono jocoso, otras de misterio, y algunas veces serán motivo de crueldad. Hoy hablaremos de las personalidades falsas en la ópera, y veremos ocho ejemplos aunque, como siempre, podrían ser muchos más.
Personalidades falsas en la ópera
En los ejemplos que he escogido veremos qué personaje es el que va a adoptar una identidad que no es la suya. En algunos casos, el enredo se multiplica y hay más de uno.
Così fan tutte (1790)
En esta ópera de Mozart, hay un verdadero jaleo de cambios de identidad. Los enamorados de las hermanas Fiordiligi y Dorabella, Guglielmo y Ferrando, por consejo de don Alfonso dirán que se van a la guerra, para aparecer de nuevo como un par de jóvenes albaneses. Ellos, para probar la fidelidad de sus novias, se intercambiarán las parejas. Pero estos no son nuestros personajes elegidos para el primer ejemplo de personalidades falsas en la ópera. Será la criada Despina, que también por orden de don Alfonso, hará las veces de médico y más tarde de notario.
Vamos a ver la escena en la que Despina como médico tiene que «resucitar» a los albaneses. Eccovi il medico con Teresa Stratas como Despina y Fiordiligi – Edita Gruberova, Dorabella – Delores Ziegler, Guglielmo – Ferruccio Furlanetto, Ferrando – Luis Lima, Don Alfonso – Paolo Montarsolo.
Fidelio (1805)
La única ópera de Beethoven tiene a un personaje protagonista que no es quien dice ser. Se tarta de Leonore, la esposa de Florestan. Florestan ha denunciado abusos realizados por Pizarro, un noble, que gracias a su posición lo ha encarcelado ya que es el alcaide de la prisión. El guardián de la prisión, Rocco, tiene una hija Marzelline y un ayudante, Jaquino.
La esposa de Florestan, Leonora, acude a la puerta de Rocco en busca de empleo, vestida como un muchacho y haciéndose llamar Fidelio. Rocco la contrata. Al final, Fidelio, o Leonore, salvará a su marido y condenarán a Pizarro.
Veremos a Christa Ludwig en el aria Abscheulicher…Komm Hoffnung.
Il barbiere di Siviglia (1816)
En esta ópera de Rossini, el personaje del conde de Almaviva se hace pasar por el joven Lindoro, amigo de Figaro, con quien cuenta para conquistar a Rosina, la pupila casi prisionera del doctor Bartolo. Pues bien, además de hacerse pasar por soldado, también hará las veces de profesor de música para estar cerca de su amada.
Vamos a ver precisamente la lección de música con Joyce Di Donato como Rosina, Juan Diego Flórez como Lindoro-Profesor y John del Carlo como doctor Bartolo. Metropolitan Opera House 2007. Dirige Maurizio Benini
La Cenerentola (1817)
Seguimos con Rossini. Las personalidades falsas en la ópera bufa son frecuentes. Los equívocos que provocan son un añadido cómico en muchas ocasiones. En esta ópera el príncipe Ramiro y su criado Dandini se intercambian sus roles. Así el príncipe puede ver si la mujer elegida dice amarlo por interés o por amor verdadero.
En esta escena, Zitto, zitto, piano, piano veremos a Francisco Araiza como príncipe, Claudio Desderi es Dandini, y Laura Zannini es la hermanastra Tisbe y Margherita Guglielmi es Clorinda. Teatro alla Scala, dirige Claudio Abbado.
Don Pasquale (1843)
Uno de los ejemplos de personalidades falsas en la ópera más notables es el de Norina-Sofronia. La novia de Ernesto que adopta la personalidad de la mojigata hermana del doctor Malatesta, para convertirse en la falsa esposa de don Pasquale y volverle loco con sus caprichos. Al final, todo termina bien, con tal de sacarse a esa mujer de encima, don Pasquale accede a que se case con Ernesto.
John del Carlo es don Pasquale, Anna Netrebko es Sofronia y Mariusz Kwiecien es el doctor Malatesta. Metropolitan Opera House, November 2010. Dirige James Levine.
Luisa Miller (1849)
En esta ópera de Verdi hay un personaje, el conde Walter, que obtuvo ese título nobiliario por usurpación; es decir, de una manera falsa ya que en realidad era un aventurero. Este personaje cuenta con el apoyo y la ayuda de otro malvado, Wurm. Una pareja despreciable que han hecho de la mentira su vida, algo que tendrá terribles consecuencias para Luisa y su enamorado Rodolfo, hijo del falso conde Walter.
Oigamos el aria del conde Walter en la voz de Alexander Vinogradov cantando Che mai narrasti! – Il mio sangue, la vita darei…
Rigoletto (1851)
El personaje del duque de Mántua se hace pasar por un estudiante y además pobre. No se pueden decir más mentiras para conseguir que Gilda se confíe. Su nombre dirá que es Gualtier Maldé. Ella caerá en las redes de ese seductor, y soñará con ese nombre amado.
Veremos a Edita Gruberova y a Luciano Pavarotti en este dúo en el que él le cuenta todas estas mentiras a la confiada joven.
Gianni Scicchi (1918)
El último ejemplo de personalidades falsas en la ópera es uno de antología. El astuto Gianni Schicchi se hará pasar por el difunto Buoso y dará una lección a sus avariciosos herederos, y logicamente, él saldrá beneficiado.
Veamos a Alessandro Corbelli cuando les propone su plan a la familia de Buoso para cambiar el testamento del difunto. Una deliciosa ópera de Puccini.
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