El nombre en la ópera – El nombre como protagonista en la ópera

EL NOMBRE EN LA ÓPERA – EL NOMBRE COMO PROTAGONISTA EN LA ÓPERA

 

El nombre en la ópera

 

Introducción

Hoy vamos a hablar de cinco óperas en las que saber el nombre de alguien se convierte en algo importantísimo o bien despierta un sentido de cercanía e intimidad. Hemos escogido estos cinco fragmentos, aunque seguro que si nos ponemos a pensar habrá muchos otros en los que el nombre de alguien será fundamental para el amor, el odio, la guerra o la paz.

Hoy hablamos de la importancia del nombre en la ópera.

 

El nombre en la ópera

Vamos a ver, como hemos dicho, cinco momentos musicales de cinco óperas en los que el nombre de alguien juega un papel protagonista, o cuanto menos interesante.

Como todas las óperas que vamos a ver son italianas, recordemos que nombre en italiano es nome. Esta palabra es en la que nos tenemos que fijar al escuchar las arias.

Por orden cronológico vamos a conocer a cinco personajes por su nombre o al menos eso es lo que nos quieren hacer creer.

 

Lindoro

Este personaje de la ópera El barbero de Sevilla (1816) se presenta a sí mismo con esta serenata que le canta a su amada Rosina, recluída en casa por orden de su tutor, el doctor Bartolo. En realidad, Lindoro no se llama así, es el conde de Almaviva y no es pobre ni mucho menos. O sea, miente como un bellaco, pero todo se perdona si el objetivo es conseguir llegar al corazón de su amada. Esta es la serenata Se il mio nome saper voi bramate ( Si mi nombre deseáis saber), y que no se pudo oir en el estreno de dicha ópera ya que Rossini la incluyó después del fracaso que supuso la primera función.

Juan Diego Flórez es Lindoro.

 

 

Gualtier Maldé

Así cree Gilda que se llama el joven del que se ha enamorado al cruzarse en la iglesia con él. Ya sabemos que estamos hablando de la ópera Rigoletto (1851) de Giuseppe Verdi. Gilda está también engañada porque el nombre de su amado no es Gualtier Maldé sino otro y con título nobiliario porque estamos hablando del duque de Mántua. En este caso, el duque la engaña pero con fines mucho menos nobles que en el caso de Lindoro.

El aria se llama Caro nome (Querido nombre) y la canta Nadine Sierra.

 

 

El amante de Nedda

Nedda, la protagonista de Pagliacci (1892) de Leoncavallo, está casada con Canio pero ama a Silvio. Canio no sabe el nombre, ni quien es Silvio, nosotros sí. Tonio, otro payaso de la compañía que desea a Nedda, al sentirse rechazado advierte a Canio de que Nedda está flirteando con otro hombre. Canio llega y persigue a Silvio pero no le alcanza y quiere saber quien és, su nombre. Durante la función, enloquecido por los celos no hará otra cosa que preguntarle a Nedda por el nombre de su amante. Ella intenta disimular ante el público pero ya sabemos que acaba en tragedia.

Veamos Plácido Domingo y Teresa Stratas en la escena final.

 

 

Mimì

La protagonista de La bohème de Giacomo Puccini, Mimì se presenta ella misma cuando Rodolfo le pregunta quién és. También nos aclara que Mimì es un apodo porque su nombre es Lucia. Esta revelación no supone ningún drama como en el caso anterior. Es una dulce presentación cargada de emoción y romanticismo.

Tenemos una Mimì de lujo como es Renata Tebaldi. El Rodolfo que aquí solo dice «si» es Jussi Bjorling.

 

 

El príncipe Calaf

El último de los ejemplos del nombre en la ópera es uno de un personaje al que su nombre casi le cuesta la vida, a él y a otros, como a la pobre Liú. Estamos hablando de Turandot (1926), también de Puccini, con la tremenda princesa que, al adivinar Calaf los tres endiablados enigmas, se ve obligada a casarse con él, lo que le produce horror. Calaf, bastante chulo, todo hay que decirlo, le dice «Va, te concedo que si en 24 horas sabes mi nombre, me podrás decapitar igualmente». Turandot ordena que nadie duerma y Calaf confía que nadie lo descubrirá y canta la famosa aria Nessun dorma. Nadie duerme en Pekín y la ópera acaba bien, salvo para la pobre Liú que muere a manos de la princesa de hielo para salvarlo a él. Nunca he podido entender porque Calaf se enamora de semejante mujer.

Nessun dorma (Que nadie duerma) con Luciano Pavarotti.

 

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