EL AGUA EN LA ÓPERA – TRES EJEMPLOS CON EL AGUA COMO PROTAGONISTA
En este caso de hoy no nos referimos al agua que cae del cielo. En su día ya dedicamos un espacio a escenas con lluvia en la ópera. Hoy, con este título de El agua en la ópera, nos referimos más bien al agua de los ríos o del mar. En concreto veremos dos escenas que transcurren en un río o en sus orillas, y una tercera que sucede en el mar. En todo caso con este tema. El agua en la ópera, nos referimos al agua que está limitada por cauces o bien orillas.
El agua en la ópera, dos ríos y un mar
Evidentemente hay muchísimos más ejemplos en los que el agua, bien sea de un lago, de un río o del mar, son protagonistas indirectos de una ópera. Para no extendernos, nos hemos centrado en tres.
Por orden de antigüedad, es decir por su fecha de estreno estos son nuestros tres ejemplos de El agua en la ópera.
Moïse et Pharaon, ou Le passage de la Mer Rouge
Es decir, Moises y el Faraón, o el cruce del Mar Rojo. Esta es una ópera de Gioacchino Rossini y libreto en francés de Luigi Balocchi y Étienne de Jouy.
Se trata de una versión reformada de Mosè in Egitto, estrenada por Rossini en el Teatro San Carlos de Nápoles el 5 de marzo de 1818 sobre un libreto en italiano de Andrea Leone Tottola, basado en una tragedia de Francesco Ringhieri L’Osiride (1760). Es una versión ampliada (pasa de tres a cuatro actos), con libreto en francés y el añadido de un ballet en el tercer acto, así como un final enteramente nuevo para este acto.
La escena que nos interesa se encuentra en el cuarto acto de la versión francesa. Amenofis quiere destruir a los hebreos. Moisés, con sus plegarias, logra que las aguas del Mar Rojo se abran para dejar que pase su pueblo y así salvarse. Una escena digna de esas grandes producciones de Hollywood de décadas atrás.
Vamos a ver la escena en una producción del Teatro alla Scala de 2003. Dirige Riccardo Muti. Los principales intérpretes son: Ildar Abdrazakov, Erwin Schrott, Giuseppe Filianoti, Antonello Ceron, Tomislav Musek, Sonia Ganassi, Barbara Frittoli, Giorgio Giuseppin y otros.
Aida
De esta escena ya hemos hablado en otras ocasiones, pero debido a su relevancia musical, creemos que debe estar en esta selección de El agua en la ópera.
Aida es una ópera en cuatro actos con música de Giuseppe Verdi y libreto en italiano de Antonio Ghislanzoni, basado en la versión francesa de Camille du Locle de la historia propuesta por el egiptólogo francés Auguste Mariette. Aida fue estrenada en el Teatro de Ópera del Jedive en El Cairo el 24 de diciembre de 1871, dirigida por Giovanni Bottesini.
La escena que nos interesa se encuentra en el acto III, a orillas del Nilo. Es importante porque Verdi supo transmitir la atmósfera nocturna a orillas del río como pocas veces se ha hecho. Las cuerdas y una caracoleante flauta nos transportan inmediatamente a orillas de ese gran río. Seguidamente, Aida, cantará el aria Qui Radamés verrà…O cieli azzurri. La intérprete en este caso es Leontyne Price. Metropolitan Opera House 1985. Dirige James Levine.
El ocaso de los dioses
Estamos en la última parte de la Tetralogía wagneriana, El anillo del Nibelungo. El ocaso de los dioses se estrenó en Bayreuth el 17 de agosto de 1876.
Nuestro protagonista en este caso es el Rhin. Tras un Prólogo, y sin interrupción, se pasa al acto I con este Preludio (conocido como El viaje de Sigfrido) que relata la marcha del héroe, en busca de aventuras recordando los leitmotivs del héroe y de su amor, las notas del fuego, el leitmotiv de la Naturaleza, el leitmotiv primitivo del Rhin, aumentando hasta destacarse muy fuerte y sonoro el leitmotiv del ocaso de los dioses.
Al final se escucha el leitmotiv de las doncellas del Rhin, que lloran por el oro apagándose y aparece el leitmotiv del anillo maldito. Esta transición musical resume la historia de los acontecimientos que originaron las catástrofes y el ocaso de los dioses.
Veremos la interpretación de la London Philharmonic, dirigida por Klaus Tennstedt.