Princesas en la ópera – Tres ejemplos de princesas operísticas


Princesas en la ópera – Tres ejemplos de princesas operísticas

PRINCESAS EN LA ÓPERA – TRES EJEMPLOS DE PRINCESAS OPERÍSTICAS

 

 

Hace un tiempo dedicamos un espacio al tema de las reinas en la ópera. Hoy, vamos a descender un escalón en el rango de nobleza y nos vamos a centrar en las princesas en la ópera. En concreto vamos a ver a tres, aunque desde luego hay muchas más.

Las tres son protagonistas absolutas de las óperas en las que aparecen y las tres son bien distintas y de compositores diferentes.

Van a ir apareciendo según la fecha de estreno de la ópera.

 

Princesas en la ópera

Las princesas en la ópera que hemos seleccionado tienen todas procedencias diversas, así pues tenemos…

Una princesa irlandesa

Se trata de Isolda, la protagonista femenina de la ópera Tristán e Isolda de Richard Wagner. Ópera estrenada en el Teatro de la Corte de Munich en 1865.

Isolda es una mujer despechada. Tristán, en una guerra, mató a Morold, el prometido de Isolda. Ella juró vengar su muerte matando a su asesino. Sien embargo en el momento de hacerlo no fue capaz y cuidó de un herido Tristán que respondió con indiferencia a los cuidados de Isolda. Más tarde, al regresar a Cornualles habló con su tío, el rey Marke, acerca de las virtudes de Isolda. Marke decide pedirla en matrimonio. La ópera empieza durante el viaje que lleva a Isolda a Cornuelles para casarse, Tristán es el encargado de entregarla. Durante ese viaje sigue la indiferencia de Tristán, esto la enfurece tanto que le pide a su dama de compañía Brangäne que prepare un veneno para matarlo. Lo que Brangäne preparará es un filtro de amor que hace que Tristán e Isolda caigan irremediablemente uno en brazos de otro. AQUI podemos leer todo el argumento con detalle.

Pues vamos a ver el dúo de amor, que posiblemente sea el más largo entre los dúos de amor de la historia de la ópera, pero Wagner es así.

Waltraud Meier es Isolda y Siegfried Jerusalem es Tristán. Bayreuth 1995. Dirige: Daniel Barenboim.

 

 

Una princesa etíope

Solo con este encabezamiento ya sabemos que la segunda de las princesas en la ópera de esta selección es Aida, la protagonista de la ópera homónima de Giuseppe Verdi. Se estrenó en El Cairo en 1871.

Aida es hija del rey etíope Amonasro, pero está cautiva en Egipto como esclava de Amneris que es hija del faraón. Ambas están enamoradas del guerrero egipcio Radamés, que a su vez ama en secreto a Aida. Este es el planteamiento de esta ópera. En sí no parece gran cosa, pero en manos de Verdi se convirtió en una de las óperas más espectaculares y vistas de toda la historia. Todo el mundo recuerda los momentos de lucimiento del movimiento de masas que se ve en esta ópera, pero a nosotros nos gusta más el lado lírico e íntimo del personaje de esta princesa-esclava que por amor decide sacrificar su vida y morir al lado de Radamés.

Vamos aver a Leontyne Price en Ritorna vincitor. Metropolitan Opera House. Dirige:James Levine, 1985.

 

 

Una princesa china

Y naturalmente ya sabemos que hablamos de Turandot, la princesa de hielo y cruel, protagonista de la ópera de Puccini estrenada en 1926.

La ópera empieza con la ejecución del último hombre que ha tenido la genial idea de querer casarse con ella. Turandot impone a sus pretendientes acertar tres enigmas, y nadie lo consigue. El precio por fallar es morir. Pero todo cambia cuando aparece un príncipe llamado Calaf, más tozudo que Turandot y muy listo, puesto que consigue adivinar los enigmas que Turandot propone. Pero claro, no va a ser tan facil. A pesar de haber adivinado los enigmas, ella declara que jamás se entregará a ningún hombre. Pero Calaf va a jugar con sus mismas armas y le dice que ahora es ella la que tiene que adivinar una cosa: su nombre. Si lo acierta, él morirá.

Turandot hará de todo por saber como se llama, incluso matar a Liù, la esclava enamorada de Calaf que lo defenderá hasta el extremo. En el dúo final, Calaf le dirá su nombre. Ha puesto su vida en manos de la princesa. Ella ante la corte declara que ha vencido porque sabe el nombre del extranjero: es ¡Amor!. Así termina esta ópera y la selección de princesas en la ópera.

Veamos a Josep Carreras como Calaf y a Eva Marton como Turandot. Vienna State Opera, 1983. Dirige Lorin Maazel.

 

 

 

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