ÓPERAS ESPECTÁCULO
Introducción
No hablo de óperas espectaculares, que pueden ser de diversos tipos y épocas, y este calificativo va a depender de los gustos de cada uno. A uno le puede parecer espectacular una ópera barroca y a otro una contemporánea, por decir algo. No, yo hoy quiero hablar de óperas espectáculo. Es decir, de aquellas en las que además de la música, encontramos grandes movimientos de masas, bailes, repartos numerosos, escenografías grandiosas y también, en la mayoría de los casos, una duración que excede las dos horas casi siempre.
Alguna de las que citaré, no es habitual verla en algún teatro precisamente por esa grandiosidad que la hacen costosa. Vamos a ver cinco ejemplos, aunque ya digo que hay bastantes más, naturalmente.
Óperas espectáculo
De la más antigua a la más actual estas son las cinco óperas espectáculo elegidas.
Les Huguenots de Giacomo Meyerbeer (1836)
Meyerbeer era especialista en hacer lo que se conoce como grand opéra, así que las suyas se pueden englobar en esta categoría de óperas espectáculo. La más famosa es Les Huguenots, y ésta en concreto es una de las que se representan menos. La falta de producciones se debe en parte al gran despliegue que requiere; por ejemplo, siete cantantes principales: dos sopranos, una contralto, dos barítonos, un tenor y un bajo. Y el papel de tenor, Raoul, es uno de los más difíciles de cualquier ópera. El cantante debe mantenerse en escena por largos períodos en los cinco actos y su papel está plagado de notas altas difíciles.
Vamos a ver el final del acto II, con un gran despliegue de personajes principales y coro. Es de las pocas grabaciones en directo que se encuentran. Joan Sutherland es Marguerite de Valois. AQUI dejo el enlace por si se quiere ver dicha producción completa.
Tannhäuser de Ricahrd Wagner (1861)
En realidad podría haber escogido cualquier otra del compositor alemán porque cualquiera de las suyas es realmente grandiosa. Sin embargo ésta, Tannhäuser, está llena de momentos de una gran brillantez. Toda la escena del Venusberg, por ejemplo o los famosos coros de peregrinos son números colectivos muy impactantes. Si alguien tiene interés en conocer como fue el estreno de Tannhäuser en París puede hacerlo en este enlace que he dejado. No deja de tener su gracia.
Lo que vamos a ver tiene lugar en el acto II, va a dar comienzo el torneo poético. Es la marcha Freudig begrüsen wir:
Aida de Giuseppe Verdi (1871)
A mi me parece que estamos ante la más representativa de lo que he dado en llamar óperas espectáculo, porque el escenario queda absolutamente desbordado de todo tipo de personajes, animales y decoración grandiosa. Todo ello aderezado con la Marcha triunfal más popular de toda la historia. Si se cuentan con los medios y el ingenio, la puesta en escena de Aida es tremendamente llamativa.
El video es de una producción del Teatro alla Scala de Milán de 2006, como director de escena la firma es de Franco Zeffirelli. El director musical es Riccardo Chailly.
La Gioconda de Amilcare Ponchielli (1876)
Para empezar, la ópera de Ponchielli se desarrolla en el carnaval de Venecia, uno de los eventos que aún hoy día, son de lo más popular y multitudinario. En La Gioconda encontramos la famosa Danza de las horas, que se puede ver en el anterior enlace, así como lo mejor de la ópera, pero hay más. En el acto I se encuentra la danza popular la Furlana, que es lo que bailaba el pueblo por las calles de Venecia durante el carnaval.
Turandot de Giacomo Puccini (1926)
La última ópera de Puccini también está en el top de las óperas espectáculo. Realmente da la sensación de que todo el pueblo de Pekín está en el escenario. Es otra ópera que requiere un gran elenco de protagonistas, coro y figurantes. Las andanzas de la princesa Turandot y su enamorado Calaf las vive todo el mundo.
Vamos a ver la escena del final del acto II. Calaf ha adivinado todas las respuestas a los enigmas que le ha planteado Turandot así que espera poder haber salvado los obstáculos y casarse con la princesa. Ella le dice que por más que se empeñe, ella nunca será suya. Calaf, le propone entonces un solo enigma: saber su nombre, si lo adivina quedará libre de su compromiso y él morirá.
Este momento lo vemos interpretado por Turandot – Anna Shafajinskaia. Calaf – Vladimir Galouzine. Director – Giuliano Carella Grand Teatre del Liceu.
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