LA GRAND OPÉRA, ESE INVENTO FRANCÉS. LES HUGUENOTS
Introducción
Hoy nos vamos a extender más de lo habitual pero es que la historia de este fenómeno que conocemos por la grand opéra, su nacimiento y evolución, no se pueden explicar en dos líneas. Sin embargo creemos que no se pierde el tiempo profundizando en lo más significativo de la ópera francesa.
Lon inicios de la ópera en Francia
La ópera nació en Italia pero no tardó nada en llegar a Francia. En los siglos XVI y XVII se podían ver espectáculos musicales públicos. Lo que ocurría es que normalmente estaban ligados a acontecimientos de la corte como bodas, efemérides y cosas por el estilo.
Todo cambió con la llegada de un italiano que nadie diría que no era francés.
Giovanni Battista Lulli (1632-1687)
Si, estamos hablando de Jean-Baptiste Lully, pero es que antes de afrancesar su nombre se llamaba como lo hemos escrito primero. Nacido en Florencia se trasladó a Francia con diez años más o menos para ser ayuda de cámara de la Mademoiselle de Montpensier que tenía ganas de perfeccionar sus conocimientos de italiano.
Pues bien, Lully que era un apasionado del violín y del baile por partes iguales, se sabía promocionar tan bien que pronto atrajo la atención nada menos que de Luis XIV. Pronto tomó el control de la música de la corte. Cuando tenía 42 años, todo lo que se representara en Francia tenía que contar con su aprobación.
Más tarde Lully se asoció con el escritor Moliere y se inventaron otro tipo de representación que pasó a llamarse comédie-ballet.
Lo que no se puede negar es que en Francia le dieron a todo su toque personal y distintivo.
El éxito de Lully era enorme, todo el mundo deseaba copiar lo que él hacía.
La batuta mortal
Y es que Lully hacía muchas cosas. Una de ellas fue el querer introducir algo parecido a lo que hoy conocemos como batuta para que todos los músicos de la orquesta tocaran al tiempo. Lo que pasó es que no era tan ligera como las actuales. La batuta de Lully era un monumental bastón con el que golpeaba el suelo para marcar el ritmo. En una representación, uno de los golpes fue a parar a su pie provocando una importante herida. Se complicó y se gangrenó, sin embargo, Lully que no quería perder la posibilidad de bailar, se negó a que se le amputara y murió a causa de la infección.
La grand opéra llega 200 años más tarde
Posiblemente sin Lully no hablaríamos de la grand opéra como lo hacemos. Todo lo que se había hecho hasta ese momento acabó evolucionando en eso que llamamos grand opéra, y que a veces resulta tan grande que es difícil de ver representada.
La grand opéra se refiere al estilo de ópera en la que los decorados son realistas y espléndidos, la tramoya es espectacular y el coro y la orquesta, además del imprescindible ballet, están pensados para fascinar al público.
Y la grand opéra llegó a Francia de la mano de un alemán que parecía italiano. Qué cosas!
Giacomo Meyerbeer (1791-1864)
Nacido en Alemania bajo el nombre de Jacob Beer, viajó a italia donde cambió su nombre por Giacomo. Pasó a Francia y amplió su apellido dejándolo en Meyerbeer y ya empezó a componer óperas de corte grandioso que dejaban al público asombrado de lo que se veía en el escenario.
Las óperas de Meyerbeer no se pueden ver mucho en la actualidad. Su puesta en escena es costosa y exigen grandes voces y no en un número pequeño.
Su ópera más famosa es Les Huguenots y nosotros vamos a tener el privilegio de verla completa con un gran cast como el siguiente:
Count de Nevers: John Pringle
Raoul de Nangis: Anson Austin
Marcel: Clifford Grant
Urbain: Suzanne Johnston
Marguerite de Valois: Joan Sutherland
Valentine: Amanda Thane
Count de Saint Bris: John Wegner
Elizabethan Sydney Orchestra
Director: Richard Bonynge