ROSSINI Y BELLINI
Introducción
No hace mucho hablamos aquí de Rossini y Donizetti, hoy cambiaremos uno de los componentes de esta pareja por Vincenzo Bellini.
La influencia de Rossini, y no tan solo en la ópera italiana, fue notabilísima. Con Rossini llegó el ritmo, la dinámica, el tempo, la brillantez y muchas otras cualidades, y los compositores que le siguieron cronologicamente, forzosamente tenían que beber de sus fuentes.
Vamos a ver, sin embargo, que Bellini transformó las virtudes de Rossini adaptándolas a su sensibilidad, porque más que similitudes, entre ambos lo que hay son diferencias.
Rossini y Bellini
Gioachino Rossini nació para la ópera bufa según sus propias palabras, el de Catania no hizo nunca una ópera de esas características; a lo sumo hizo lo que se ha dado en llamar ópera semiseria, o sea, que hay drama pero con un final amable y sin muertes.
Rossini pretendía cautivar con la exhuberancia vocal, Bellini busca conmover con esas melodías infinitas. Verdi dijo: Bellini es el de las melodías largas, largas, largas, como ninguno lo ha hecho antes.
Bellini, como buen romántico decía: La ópera,mediante el drama, tiene que hacer llorar y sacudir al auditorio, y llevarlo casi hasta la muerte.
No podemos compararlos con un aria de una ópera bufa de Rossini, así que lo haremos con una de Semiramide, Bel raggio lusinghier y con una de Bellini que pertenece a La Sonnambula, Ah! Non credea mirarti.
En Bellini veremos que la melodía sigue la dicción natural del discurso, se adapta a el, no lo fuerza ni distorsiona. No hay saltos ni escalas.
Escuchemos primero a Joan Sutherland en el rol de Semiramide en Bel raggio lusinghier, es sin duda el aria más famosa de la ópera y la soprano australiana una de las mejores para este papel.
Y para oir el aria de Amina de la ópera La sonnambula volvemos a escoger a Joan Sutherland.
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