Rossini serio – Diez óperas serias de Rossini

ROSSINI SERIO – DIEZ ÓPERAS SERIAS DE ROSSINI

 

Rossini serio

 

Introducción

El poeta Heinrich Heine calificó a Rossini como el espíritu de la Restauración, aún así vemos que no están ausentes veladas alusiones patrióticas y políticas en sus óperas serias, del mismo modo que hay una caricatura burlesca de la sociedad en sus óperas bufas.

Hoy vamos a dedicar este espacio a ver diez ejemplos de sus óperas serias, cuyo listado dejamos a continuación.

Demetrio y Polibio (1812)

Tancredi (1813)

Aureliano in Palmira (1813)

Segismondo (1814)

Elisabetta, regina d’Inghilterra (1815)

Torvaldo e Dorliska – semiseria (1815)

Otello (1816)

Armida (1817)

Adelaide di Borgogna (1817)

Mosè in Egitto (1818)

Ricciardo e Zoraide (1818)

Ermione (1819)

La dama del lago (1819)

Bianca e Falliero (1819)

Maometto II (1820)

Matilde di Shabran (1821)

Zelmira (1822)

Semiramide (1823)

Le siège de Corinthe/L’assedio di Corinto (revisión de Maometto II) (1826)

Guglielmo Tell (1829)

 

Rossini serio

Los títulos marcados en negrita en el párrafo anterior son de los que vamos a escuchar un fragmento.

Tancredi (1813)

De esta ópera hemos hablado varias veces en el blog sobretodo para escuchar el aria más popular, Di tanti palpiti, así que hoy vamos a cambiar y a deleitarnos con la escena del acto II en la voz extraordinaria de Ewa Podles.

Dove son io?…Ah che scordar non so…Non sa comprendere il mio dolor.

 

 

Elisabetta, regina d’Inghilterra (1815)

Con esta ópera Rossini se dió a conocer en Nápoles, una ciudad que en un principio no aceptaba demasiado bien a los extranjeros, así que hizo una ópera llena de filigranas vocales lo que hizo que la ciudad se rindiera a Rossini.

 

 

Otello (1816)

Esta ópera es uno de los ejemplos del Rossini serio más conocidos, y de ella hemos escuchado varias veces el aria de Desdémona, Assisa al piè d’un salice, así que hoy vamos a escuchar al personaje de Otello.

 

 

Armida (1817)

Armida fue estrenada en el Teatro di San Carlo, Nápoles, el 11 de noviembre de 1817. Isabella Colbran cantó el papel principal que es uno de los más largos y difíciles de Rossini, con pasajes de coloratura comprometidos durante toda la obra. El más notable es D’amore al dolce impero del segundo acto, los dúos entre Rinaldo y Armida, y partes del final del tercer acto.

Esta misma aria es la que vamos a escuchar en la voz de Maria Callas.

 

 

Mosè in Egitto (1818)

Rossini revisó la ópera para Nápoles en 1819, cuando introdujo el aria de oración de Moisés Dal tuo stellato soglio, que se convirtió en una de las piezas de ópera más populares de la época. También  amplió la obra en 1827, esta vez con un libreto en francés Moïse et Pharaon, ou Le passage de la Mer Rouge (Moisés y el Faraón, o El cruce del mar Rojo) es en cuatro actos, con un ballet. Se estrenó en Parísel 26 de marzo.

Dal tuo stellato soglio con  Lisette Oropesa, Marina Viotti, Levy Sekgapane, Mario Cassi, Alessandro Corbelli, Roberto Tagliavini.

 

 

La dama del lago (1819)

Con esta ópera, Rossini inició algo que en el romanticismo sería algo imitado. Poner música a novelas de Walter Scott. Veinte años más tarde ya había veinticinco óperas inspiradas en sus novelas, tanto en Italia como en otros países de Europa.

Fiamma soave, aria de Uberto con Juan Diego Flórez.

 

 

Zelmira (1822)

Zelmira fue la última de las óperas napolitanas del compositor, estrenada en el Teatro San Carlo el 16 de febrero de 1822 con gran éxito. Stendhal llamó a su música teutónica, comparándola con La clemenza di Tito pero señalando: «…mientras Mozart se habría vuelto completamente italiano, en caso de haber vivido, Rossini bien podría, al final de su carrera, haberse hecho ¡más alemán que el propio Beethoven!»
Rockwell Blake, un especialista en Rossini, canta el aria Terra amica.

 

 

Semiramide (1823)

Otro de los títulos que definen al Rossini serio. El libretista, Gaetano Rossi, se inspiró en la tragedia del mismo nombre de Voltaire. Esta ópera influyó en la moda de los finales felices a pesar de tratar temas serios. Aquí Rossini dió rienda suelta a las virtudes del bel canto más clásicas. Es una locura de coloraturas y adornos vocales.

Lisette Oropesa: Bel raggio lusinghier.

 

 

L’assedio di Corinto (1826)

Como he dicho es una revisión de Maometto II, después de haber conocido un gran éxito hasta la mitad del siglo XIX, a lo largo de la segunda mitad del siglo fue progresivamente olvidada, hasta desaparecer por completo de los grandes circuitos operísticos, al menos en Italia, en las primeras décadas del siglo XX.

En esta ópera encontramos la bellísima aria Giusto ciel! In tal periglio, del acto III. Montserrat Caballé

 

 

Guillaume Tell (1929)

Llegamos al último ejemplo del Rossini serio con la última ópera que escribiera el de Pesaro, que decidió componerla para la Ópera de París a cambio de una pensión vitalicia otorgada por el gobierno francés.

Esta obra se aleja del esquema habitual de la ópera rossiniana. En ella no se encuentran las cabaletas o los crescendo de su época anterior. Es por ello que la reacción del público no fue favorable, ya que se encontró con algo totalmente distinto de lo que esperaban. Se trata de una ópera seria y de gran extensión, de gran impulso dramático y lírico, proveniente de la partitura. Esto convierte a Guillermo Tell en una ópera romántica.

Sois immobile con Gerald Finley.

 

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