Decapitados en la ópera – Varios ejemplos de decapitados en la ópera

DECAPITADOS EN LA ÓPERA – VARIOS EJEMPLOS DE DECAPITADOS EN LA ÓPERA

 

Decapitados en la ópera

 

Introducción

Me hubiera gustado poner otro título, pero todos los que me venían a la cabeza (dicho sea sin ironía) para hablar de este tema, me parecían igualmente truculentos. Pero es que hoy quiero hablar de óperas en las que la guillotina o en su defecto el hacha acaban con los protagonistas. En el blog hemos visto muchas escenas de muerte en la ópera, pero hoy nos centraremos en aquellas que acaban con la cabeza cortada de alguien.Y he de decir que hay no pocos casos de decapitados en la ópera. Como siempre iremos encontrando los ejemplos por orden de antiguedad.

 

Decapitados en la ópera

Podríamos dividir los ejemplos de decapitados en la ópera en dos bloques. En el primero encontraríamos tres óperas de Gaetano Donizetti, que no son otras que las del ciclo Tudor: Anna Bolena, Maria Stuarda y Roberto Devereux. En el segundo bloque veremos ejemplos de Umberto Giordano, Richard Strauss y Francis Poulenc.

 

Anna Bolena (1830)

La segunda esposa de Enrique VIII de Inglaterra inaugura nuestra selección de decapitados en la ópera. El rey se ha enamorado de Giovanna Seymour y al principio repudia a Anna, luego las circunstancias harán que la acuse falsamente de infidelidad y la condena a muerte.

Un conmovedor final termina con esta cabaletta, Coppia iniqua que acompaña a Anna a la muerte con pie firme.

Veamos a Anna Netrebko como Anna Bolena.

 

 

Maria Stuarda (1834)

La reina de Escocia está recluída por motivos políticos por orden de su prima Isabel I. Sin embargo lo que acabará condenando a Maria a la muerte será un problema amoroso. Maria está enamorada de Leicester que la corresponde. Pero Leicester también es el objetivo amoroso de Isabel, que está decidida a condenar a muerte a su prima si confirma que están enamorados. Así será. María morirá acompañada de todos aquellos que la querían.

Veamos a Joyce Di Donato como Maria Stuarda.

 

 

Roberto Devereux (1837)

Otra vez la figura de Isabel I es la causante de otra muerte por decapitación. Esta reina dejó tras de sí un buen número de cabezas cortadas y la de Roberto Devereux, conde de Essex fue una de ellas. La reina muy anciana lamenta haber firmado la sentencia de muerte del conde, del que estaba enamorada, pero no era correspondida, antes al contrario, Roberto amaba a otra mujer.

Veamos a Sondra Radvanovsky como Isabel I, desesperada por haber condenado a muerte a Roberto y renunciando también a su poder real.

 

 

Andrea Chénier (1896)

Esta ópera de Umberto Giordano tiene una de las escenas de decapitación más famosas de la historia de la ópera. Chénier está prisionero y condenado a la guillotina. Hasta él llegara Maddalena para unirse a su suplicio. Vengo a morir con te (Vengo a morir contigo) le dice, y ahí empieza un dúo de amor maravilloso que culmina con los dos amantes gritando su amor a los cuatro vientos y felices de morir juntos: Viva la morte insieme! (Viva la muerte juntos!).

Josep Carreras es Andrea Chénier y Montserrat Caballé es Maddalena

 

 

Salomé (1905)

Hace muy poco que tuvimos ocasión de ver la macabra escena en la que Salomé ve cumplidos sus deseos de tener la cabeza cortada de Juan el Bautista. Es uno de los ejemplos de decapitados en la ópera más truculentas. Se puede ver AQUI.

 

Diálogos de carmelitas (1957)

Francis Poulenc escribió esta ópera basada en un hecho real que podemos leer extensamente explicado AQUI. En la escena que veremos se reproduce el martirio de las monjas ajusticiadas a morir en la guillotina.

Es una producción de Robert Carsen para la Scala de Milán de 2004. Salve Regina.

 

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