Los antecedentes de Wagner – Ópera alemana

LOS ANTECEDENTES DE WAGNER – ÓPERA ALEMANA

 

Antecedentes de Wagner

 

Introducción

Con este artículo damos comienzo a una serie de otros para hablar de la que posiblemente sea la aventura musical de mayor envergadura de toda la historia de la ópera: la Tetralogía de Richard Wagner, El anillo del Nibelungo. Para hablar de ella hay que tomarse su tiempo, ya que lo que se pretende es explicar cada una de las jornadas de manera sencilla. Y no hay nada más complicado que resumir algo enorme, que es lo que es esta obra de Wagner.

Pero antes de hablar de la Tetralogía, hemos de ver de dónde le vino a Richard Wagner la idea de abordar esta empresa monumental. Los antecedentes de Wagner en la ópera alemana fueron determinantes para que empezara a componer, no ya la Tetralogía, sino su primera ópera.

 

Antecedentes de Wagner

Hablamos de ellos cuando dedicamos un artículo a la ópera alemana. Pero conviene recordarlos por lo fundamentales que fueron para que una carrera como la de Wagner diera comienzo.

Podemos hablar Telemann y Handel. El primero compuso cuarenta óperas pero que no han pasado a la historia. El segundo, basicamente compuso óperas en italiano, aunque hay que nombrar a Almira y Nero que tienen libreto alemán y estan compuestas como un singspiel. Posteriormente, Handel continuó su carrera componiendo en italiano, que era lo que más atraía al público.

Mozart

Peró llegó Mozart, y con el dos singspiel de campeonato que pusieron a la ópera alemana en primera línea. Mozart es el primero de los antecedentes de Wagner de verdadera importancia.

Hablamos de Die Entführung aus dem Serail, (El rapto en el serrallo) de 1782 y Die Zauberflöte, (La flauta mágica) de 1791, la última ópera del compositor de Salzburgo.

Aria Martern aller Arten con Lisette Oropesa de El rapto en el serrallo

 

 

Ach ich fül’s con Malin Hartelius de La flauta mágica

 

 

Después parece que los compositores germánicos le perdieron un poco el miedo a componer en su lengua.

 

Beethoven

La única ópera del de Bonn es en alemán. Se estrenó en 1805 y se sigue representando; posiblemente no tanto como las de Mozart, pero Beethoven pesa mucho y la ópera tiene grandes momentos musicales como el aria de Florestan que veremos a continuación.

Se dice que alos dieciseis años, Richard Wagner asistió a una representación de Fidelio, quedando deslumbrado por la actuación de la soprano Wihelmine Schröder- Devrient, a la que felicitó con una carta y en la que se preveía su carrera como compositor según sus palabras.

Gott! welch Dunkel Hier…In des lebens con Jonas Kaufmann

 

 

Weber

Los dos anteriores cuentan, claro que cuentan, pero me atrevo a decir que quien excitó más la imaginación de Wagner fue Carl Maria von Weber. De los tres antecedentes de Wagner fue el más alemán de todos.

Weber redescubre la edad media alemana y se nutre de las esencias germánicas más puras. Esto lo vemos en su ópera Der Freischütz (El cazador furtivo) de 1821. En ella aparece un escenario alemán simbolizado en sus bosques, los habitantes del país tienen costumbres tan alemanas como beber cerveza y cantar canciones populares. Aparecen seres sobrenaturales, algo parecido en lo que podremos ver en la obra wagneriana.

Nein, nein, nimmer trüg’ er den Verlust! con Michael Kraus, Frank van Hove y otros. Teatro alla Scala 2022

 

 

Mientras tanto Wagner…

Pues Wagner crecía, estudiaba y se interesaba por la literatura alemana, a la vez que recibía una educación musical. Cuando ya tuvo unos cuantos años pensó en reunir ambas aficiones en una. El terreno propicio era la ópera, a la que Wagner quería dar un contenido literario.

Ya sabemos lo que supuso Wagner para la música. Sus primeras óperas no cuentan practicamente ya que el mismo Wagner las prohibió para ser representadas en el sagrado escenario de Bayreuth. Iban sucediéndose óperas como El holandés errante de 1843, Tannhäuser de 1845 y Lohengrin de 1850. Por entonces ya rondaba en su cabeza el personaje de Sigfrido, el texto de El joven Sigfrido estaba terminado en 1851. La Tetralogía iba tomando forma. Siguió Tristán e Isolda en 1859. Lo que seguían también eran las múltiples deudas que Wagner iba contrayendo por media Europa, hasta que aparece la figura de Luis II de Baviera quien, entusiasta de su música, paga lo que debía y se pone a su entera disposición. Mientras iba componiendo su Tetralogía, estrenó Die Meistersinger von Nürnberg en 1868.

La Tetralogía se estrenó en Bayreuth en 1876.

En 1882, Wagner terminó su última ópera, Parsifal.

Hemos visto los antecedentes de Wagner antes de su Tetralogía, de ella hablaremos en los artículos siguientes.

 

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