ARIAS DE AIDA DE GIUSEPPE VERDI – CORELLI, PRICE Y CABALLÉ
De todas las óperas de Verdi posiblemente Aida sea una de las más populares. Seguramente a todo el mundo, aficionado o no, le suena la marcha triunfal. Si se ha de hacer un reportaje de Aida seguro que se escogerá ese momento que en algunas puestas de escena es realmente impactante. Pero Aida es mucho más, y también mucho menos. En primer lugar, mucho más que ese desfile de egipcios y elefantes al son de Gloria all’Egitto y mucho menos ruidosa. Aida es una gran historia de amor. Una de las más grandes historias de amor que escribiera Verdi.
Breve resumen del argumento
Aunque es sabido, siempre hay quien empieza y lo desconoce. Nos encontramos en Egipto en la época de los faraones. Aida, es hija del rey de Etiopía, pero vive como una esclava de los egipcios. Ama y es amada por Radamés, un guerrero egipcio. Éste desconoce como todos, su verdadera identidad. Amneris, hija del faraón también ama a Radamés y Aida es su esclava. Radamés al frente del ejército egipcio vence al rey etíope y lo captura junto a sus soldados. Radamés revela un secreto estratégico a Aida, que oye su padre Amonasro. Radamés es condenado por traidor. Amneris lo podría salvar si decidiera olvidarse de Aida. Radamés prefiere al muerte. La condena es ser sepultado en vida. Aida decidirá acompañarle en su destino fatal. Realmente es una historia de amor de primera categoría. Como también lo es la música que Verdi compusiera. Aquí se pueden encontrar todos los detalles que hacen referencia a la ópera.
Las arias de Aida
Vamos a escuchar tres arias. Una de Radamés y dos de Aida, Hemos querido centrarnos en los protagonistas de esta historia de amor. Tenemos un Radamés, Franco Corelli y dos Aidas: Leontyne Price y Montserrat Caballé.
Celeste Aida
Cuando el público lleva apenas unos minutos en sus asientos del teatro, Radamés se presenta con esta dificil aria. Al principio es «guerrera», empieza con fuerza en el recitativo Se quel guerrier io fossi!. Radamés quiere ser el elegido para guiar el ejército egipcio para dedicarle la victoria a su Celeste Aida. El aria es un canto a la mujer amada a la que quiere coronar como la reina de su corazón. Toda el aria es extraordinaria pero el final es inenarrable…si se hace como Verdi escribió. Hay un si bemol agudo pero diminuendo y morendo como indica en la partitura. Lo que hacen muchos tenores es hacerlo en forte, lo que provoca los primeros aplausos de la representación. Lo que Verdi pedía es lo que canta Franco Corelli, que merece los mismos aplausos y encima puestos en pie. Zubin Mehta dirige la Orquesta del Teatro dell’Opera di Roma.
Ritorna vincitor
Esta es la segunda de las arias de Aida que hemos elegido y la canta el personaje protagonista.
Aida sabe que Radamés va a luchar contra su padre. Repite las palabras con las que Amneris ha despedido al guerrero: Ritorna vincitor. Para Aida tienen un doloroso doble sentido. Desea que su amado vuelva, pero sabe que si vuelve vencedor será contra su propia sangre. Aida presenta un momento de gran tribulación, como casi en toda la ópera. Se podría decir que cuando menos angustia nos transmitirá será en la escena final cuando decide morir con su amado. Pero volvamos a Ritorna vincitor. El final, cuando pide piedad a los dioses (Numi pietà) no es más que una oración. Verdi escribe que se debe hacer en pianissimo.
Nuestra primera Aida es Leontyne Price en una grabación de 1966.
O patria mia
Seguimos con las tribulaciones de Aida. Se ha citado con Radamés a orillas del Nilo. Radamés ha vuelto victorioso, con Amonasro como prisionero. Ella teme que quiera decirle adios y ante esa idea piensa terminar con su vida en las profundas aguas del Nilo. Luego recuerda con nostalgia su patria, con sus cielos azules y verdes colinas. Antes de que llegue Radamés, el que aparece es Amonasro, que le exige a Aida que sonsaque por donde pasarán las tropas egipcias. Sus fieles soldados han decidido atacar Egipto pero deben saber donde estará el ejército. Radamés sin darse cuenta desvelará el secreto. Pero esto ya no corresponde a esta última de las arias de Aida, así que, como siempre, es mejor ver la ópera completa.
Verdi retrata la naturaleza nuevamente. La atmósfera nocturna del río está presente en esta aria que interpreta Montserrat Caballé. Es una grabación de 1970 con la Royal Philharmonic Orchestra dirigida por Anton Guadagno.
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