Contro un cor, aria de Il barbiere di Siviglia por Maria Callas

CONTRO UN COR, ARIA DE IL BARBIERE DI SIVIGLIA POR MARIA CALLAS

 

Contro un cor

 

Esta es una de esas ocasiones en las que lo mejor sería pasar directamente al video y prescindir de lo demás. La interpretación del aria Contro un cor de la ópera Il barbiere di Siviglia de Rossini por Maria Callas es espectacular. Pero, por si a alguien le interesa, vamos a extendernos un poco más.

 

El personaje de Rosina

Hablamos de este personaje porque suya es el aria que traemos hoy. Rosina es la pupila del doctor Bartolo, que pretende casarse con ella por la dote. Sin embargo, la joven está enamorada de Lindoro, que no es otro que el conde de Almaviva. Es una joven astuta, que sabe burlar a su tutor tantas veces como quiere, a pesar de estar sometida a una vigilancia férrea por parte de aquel.

Este personaje es para mezzosoprano, pero ya sabemos que Maria Callas era como un todoterreno. Si bien es cierto que lo cantan sopranos también en la actualidad.

Rosina interviene en varios números de conjunto, pero tiene dos arias importantes. Una en el acto I, Una voce poco fa y ésta del acto II, Contro un cor che accende amore, que es el título completo, aunque se suele citar simplemente como Contro un cor.

 

El aria Contro un cor

En el acto II de Il barbiere di Siviglia el conde de Almaviva se presenta en casa del doctor Bartolo. Se hace pasar como profesor de música en sustitución del habitual don Basilio que dice que está enfermo. Es todo una estratagema para acercarse a Rosina. El conde de Almaviva se sienta ante el clave y comienza la lección. Rosina dice que va a interpretar un aria de la ópera L’inutil precauzione, que se estrenará dentro de poco en Sevilla.

Los dos están vigilados por el doctor Bartolo, pero éste al final se acaba durmiendo y ellos pueden intercambiar unas palabras.

Como curiosidad diremos que esta aria a veces no se cantaba. Las intérpretes de Rosina, a veces la sustituían por un aria con profusión de coloraturas, para exhibirse ante el público. Incluso se había llegado a cantar el aria de la Reina de la noche de La flauta mágica de Mozart. Cosas que pasaban antes.

Como veremos en la interpretación de Maria Callas, durante la cadenza, la soprano hace una auténtica exhibición que levanta el clamor del público. La anécdota de esta interpretación es que en la ópera, el personaje del conde, cuando Rosina ha terminado dice: Que voz más bella, bravísima!, y el público comienza a aplaudir de nuevo.

Vamos a verlo. Es una grabación del Teatro alla Scala de 1956. Carlo Maria Giulini dirige la orquesta y Luigi Alva es el conde de Almaviva.

 

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