Árboles en la ópera

ÁRBOLES EN LA ÓPERA

 

Árboles en la ópera

 

Introducción

Ahora que estamos entrando en lo que se conoce como pleno verano, nada se agradece más que la sombra que da un buen árbol, o el frescor que se respira en un bosque. Pues bien, de una manera figurada hoy vamos a ver una selección de la presencia y evocación de los árboles en la ópera de todos los tiempos, porque iremos del siglo XVIII al XXI, saltando de árbol en árbol.

 

Árboles en la ópera

Veremos ocho ejemplos de arias o números de conjunto en los que se habla de un árbol. Seguramente no descubriremos nada nuevo, pero la gran mayoría de lo que veremos es de una gran calidad y belleza, así que el pretexto de buscar el denominador común de los árboles en la ópera, nos viene de perlas para disfrutar un buen rato.

Serse (1738) – G. F. Händel

De esta ópera, que también encontramos bajo el nombre de Xerxes o Jerjes, lo más popular y lo que se conoce es precisamente su aria inicial que está dedicada a un árbol, concretamente habla de un plátano. Esta famosísima aria también se conoce como Largo de Serse,  interpretada numerosas veces por famosos contratenores, contraltos o mezzosopranos.

Aquí será Cecilia Bartoli quien cante Ombra mai fu.

 

 

Le nozze di Figaro (1786) – W. A. Mozart

En esta extraordinaria ópera de Mozart también se habla de árboles. Concretamente de unos pinos de un bosquecillo, que es donde la condesa de Almaviva y Susanna pretenden que vaya el conde y así desenmascararlo, ya que será la condesa la que vaya a la cita amorosa que el conde creerá tener con la criada. Ya hemos dicho muchas veces que esta ópera es un ejemplo de ópera de enredo de primera categoría.

El duetto es Canzonetta sull’aria, con Kiri te Kanawa y Mirella Freni.

 

 

L’arbore di Diana (1787) – Martín y Soler

La diosa Diana es la diosa de la castidad, y en su jardín tiene un manzano que produce, naturalmente, manzanas. Si las ninfas conservan su castidad, las manzanas lucen brillantes y emiten sonidos dulces. Si por el contrario, no son castas, las manzanas se vuelven negras. Amor no soporta esta ley e introduce al pastor Endimión, del que se enamora la misma Diana. La diosa hará cortar el árbol delator, y Amor convierte el jardín de Diana en el palacio del amor.

Es el aria Sento che dea son io del acto I y la canta Laura Aikin como Diana.

 

 

Otello (1816) – Gioachino Rossini

El cuarto ejemplo de árboles en la ópera es un sauce, Assisa al piè d’un salice es el aria de Desdémona, que va acompañada por un maravilloso solo de arpa. Un aria triste y melancólica de una gran belleza.

Ambroisine Bré (mezzosoprano) y Léo Doumène (arpa)

 

 

Macbeth (1847) – Verdi

En esta ópera de Verdi no hay un árbol, hay un bosque completo que Macbeth creerá que se le viene encima, haciendo realidad la predicción de las brujas que le dijeron que no puede ser conquistado hasta que el bosque de Birnam marche contra él. Luego, Malcolm ordena a cada soldado cortar una rama de un árbol en el bosque de Birnam y llevarlo con ellos, así en el campo de batalla, Macbeth sabe que un ejército se aproxima, pero descubre que el bosque de Birnam de hecho se acerca al castillo y estalla la batalla.

Vamos a ver esta escena de la batalla y las escenas finales de esta ópera con Bruson AlagnaSartori ...Riccardo Muti La Scala 1997.

 

 

Otello (1887) – Verdi

Repetimos título, repetimos compositor y repetimos árbol. En esta ópera, Desdémona también canta la Cancion del sauce seguida del Ave Maria, su última oración antes de morir a manos de Otello. Se pueden comparar ambas arias, la de Rossini y ésta, aunque las dos son bellísimas.

Ahora es la gran Renata Tebaldi quien interpreta a Desdémona.

 

 

Daphne (1938) – Richard Strauss

Daphne fue perseguida por Apolo, a quien Eros había disparado una flecha dorada para que se enamorase de ella, pues estaba celoso porque Apolo había bromeado sobre sus habilidades como arquero. Durante la persecución, Daphne imploró ayuda al dios del río Peneo, quien la transformó en laurél, árbol que desde ese momento se convirtió en sagrado para Apolo.

Vamos a ver este momento de transformación con Ricarda Merbeth como Dafne.

 

 

Un árbol en flor (2006) – John Adams

La historia está basada en un antiguo cuento popular indio del mismo título con traducciones de Attipat Krishnaswami Ramanujan. La ópera de John Adams se parece a La flauta mágica de Mozart en algunos aspectos; ambas óperas adaptan cuentos populares, en este caso uno del sur de la India, «que describen a una pareja joven que se somete a rituales y pruebas para descubrir el poder transfigurador del amor». El compositor pretendía este paralelo cuando la ópera fue encargada para celebrar el 250 aniversario del nacimiento de Mozart.

Vamos a ver una serie de imágenes de este último ejemplo de las alusiones de árboles en la ópera.

 

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