MEDEA COMO PERSONAJE OPERÍSTICO
Introducción
Los orígenes de Medea los encontramos en la mitología griega. Nos la presentan como hija de Eetes, rey de la Cólquida, y de la ninfa Idía. Medea es el arquetipo de bruja o hechicera y su repercusión ha sido muy grande en la historia. Eurípides y Séneca le dedicaron sendas tragedias, pero lo que a nosotros nos interesa es Medea como personaje operístico, porque como tal puede verse casi desde que la ópera existe.
Medea es un ser despreciable sin duda, pero Medea como personaje operístico es lo que se dice un caramelo, por su fuerza dramática supone una gran posibilidad de lucimiento vocal y escénico.
Vamos a ver siete Medeas de siete compositores y épocas diferentes, pero antes vamos a resumir un poco la leyenda en la que se basan estas óperas.
Medea, la historia
Medea ayudó a Jasón y a sus argonautas a robar el vellocino de oro y huyó con él en compañía de su hermano Apsirto. Por el camino lo mató, cuando su padre Eetes perseguía a los argonautas. Descuartizó el cadáver y lo tiró al mar. Eetes quiso recuperar los restos del hijo. También durante el camino Medea y Jason se casaron y llegaron a Yolkos, donde reinaba Pelías, tío de Jasón que se negó a cederle el trono de su padre. Medea lo mataría de una manera terrible: convenció a su hija para que lo cortara en pedazos (debía ser el sistema preferido por Medea) y pusiera los restos en una marmita y así recuperaría la juventud. Lo terrible es que la hija la creyera.
Medea y Jasón son explusados y se quedan en Corinto. Tras diez años de matrimonio, Jasón pretende a Glauce (o Creusa). Pero Medea volverá al ataque. Envía un vestido a Glauce que se incendia al ponerlo. Después matará a los dos hijos que ha tenido con Jasón, huyendo en un carro tirado por dragones que le entrega el rey del sol, Helios, que según la mitología era su abuelo.
Ahora sí que vamos a ver fragmentos de obras en las que aparece Medea como personaje operístico.
Medea como personaje operístico
Por orden de antigüedad veremos a Medea como personaje operístico en las siguientes obras:
Il Giasone de Francesco Cavalli (1649)
Gloria Banditelli. Dell’antro magico
Médée de Marc-Antoine Charpentier (1693)
Magdalena Kozená. Quel prix de mon amour, quel fruit de mes forfaits
Medea de Georg Benda (1775)
Ruth Rosenfeld.
Medea de Luigi Cherubini (1797)
Montserrat Caballé. E che? Io son Medea
Medea in Corinto de Simon Mayr (1813)
Jane Eaglen. Ogni piacer è spento… Antica notte
Medea de Giovanni Pacini (1843)
Jolanta Omilian · Sergio Panajia · Marcello Lippi. Giovine pura dal sole discesa
Médée de Darius Milhaud (1938)
Al no encontrar ningún fragmento, he optado porque el último ejemplo de Medea como personaje operístico venga en forma de ópera completa, en una grabación radiofónica. Si se desea se puede escuchar AQUI
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