EL EROTISMO EN LA ÓPERA – SEIS EJEMPLOS DEL EROTISMO EN LA ÓPERA
Introducción
En la ópera, como ya hemos repetido hasta cansar, hay de todo. También hay erotismo, y mucho. Sobretodo hay personajes que ya llevan una gran carga erótica. A otros se la dan algunos directores de escena, que saben ver las posibilidades de un momento que puede tener una lectura o una interpretación más erótica de lo que suele ser habitual. Veremos varios tipos de escenas que representan perfectamente el erotismo en la ópera.
El erotismo en la ópera
Antes de poner nuestros seis ejemplos de erotism en la ópera, definamos lo que se entiende por erotismo. Diremos que es el amor apasionado unido al deseo sexual. Sentimiento personificado por el dios Eros. Está relacionado con la sensualidad, la sexualidad y las capacidades de atracción entre los seres humanos.
Hemos escogido seis escenas. Alguna de ellas se hubieran podido hacer de una manera mucho más inocente y no hubiera pasado nada, otras sin embargo casi exigen esta carga erótica por la situación y por los personajes.
Vamos con nuestros ejemplos.
Don Giovanni de W.A. Mozart (1787)
Seducción y deseo sexual es lo que representa el personaje de don Giovanni. Sus andanzas no son amorosas, no hay una sola escena de amor protagonizada por don Giovanni en toda la ópera. Lo que sí hay es el deseo de poseer a cuantas más mujeres mejor y para ello emplea todas sus armas de seductor, y en todos los casos el erotismo, por parte de don Giovanni sobretodo, está más que presente.
Veremos la escena entre don Giovanni y la campesina Zerlina.
Dúo Là ci darem la mano, acto I. Rodney Gilfry – Don Giovanni; Liliana Nikiteanu – Zerlina.
Romeo et Juliette de Charles Gounod (1867)
En esta escena del precioso dúo de amor del acto IV, Va, je t’ai pardonné, el director de escena Guy Joosten recreó de una manera mucho más sugerente de lo que hemos visto en otras puestas de escena. Los enamorados han pasado una noche de amor que les ha apartado de todas las preocupaciones y obstáculos de su vida real. La cama suspendida en lo alto lo simboliza. A medida que se va haciendo de día, deben despedirse para no ser sorprendidos. Ellos intentan alargar al máximo la despedida, la cama va descendiendo hasta que toca el suelo y deberán separarse.
Anna Netrebko es Juliette y Roberto Alagna es Romeo. Metropolitan Opera House 2007.
Carmen de Georges Bizet (1875)
El personaje de Carmen representa como pocos el erotismo en la ópera. Sólo así se explica que con su sola presencia desbarate todo el mundo perfecto, equilibrado y sereno de don José. En Carmen vemos algo por el estilo de lo que hemos visto en don Giovanni, Carmen no ama. Seduce, pero no ama. Le gusta que la deseen, que la amen con locura como le ocurre a don José, o que sea la mujer que desea el torero Escamillo, pero ella no les ama. Carmen también podría tener, como don Giovanni, un catálogo con sus conquistas.
Anna Caterina Antonacci es una excelente Carmen. La vemos en la famosa Habanera, L’amour esta un oiseau rebélle.
Samson et Dalila de Camille Saint-Saëns (1877)
El aria Mon coeur s’ouvre a ta voix que canta Dalila para seducir a Samson, tiene una gran carga de erotismo. Dalila emplea todas sus armas para sonsacar a Samson el secreto de su extraordinaria fuerza.
El ritmo sinuoso del aria, es como una serpiente que se va acercando a Samson y se enrosca hasta tener bien aferrada a su presa. El texto es tambien todo un reclamo a la rendición de Samson.
En la versión escogida se puede ver la traducción del texto, tan importante como la música.
Dalila – Elīna Garanča, Samson – Roberto Alagna – Wiener Staatsoper, 2018.
Manon de Jules Massenet (1884)
Este es un ejemplo de como un director de escena puede darle un toque distinto a una escena que en realidad no encierra un contenido erótico en sí misma. Des Grieux ha escrito una carta a su padre en la que le habla de sus sentimientos por Manon y su intención de casarse con ella.
Vincent Paterson es el director de escena. Anna Netrebko es Manon y Rolando Villazón es Des Grieux, Berlin, 2007.
Manon Lescaut de Giacomo Puccini (1893)
Y con la otra Manon llegamos a la última de nuestras escenas de erotismo en la ópera. Cuando Puccini compuso su Manon Lescaut, la de Massenet ya era conocida y Puccini dijo que la suya tendría más pasión, y eso no lo puede negar nadie. Veremos la escena del reencuentro entre Manon y Des Grieux, cuando ella ya vive con el recaudador de impuestos Geronte, pero le falta el amor de Des Grieux. El encuentro es apasionante, la música tiene una fuerza tremenda y los amantes también.
Veremos la escena de la ROH de 2014, con dirección escénica de Jonathan Kent y musical de Antonio Pappano. Además de ese momento del reencuentro, de propina veremos el final, también cargado de pasión. Kristine Opolais es Manon Lescaut y Jonas Kaufmann es Des Grieux.