Escena de Desdémona – Otello (Verdi), Acto IV

ESCENA DE DESDÉMONA – OTELLO (VERDI) ACTO IV

 

Escena de Desdémona

 

Introducción

En estas páginas hemos podido ver varios fragmentos de la ópera Otello de Giuseppe Verdi. Hemos hablado del protagonista y también de la gran creación del personaje de Yago, uno de los más interesantes del elenco verdiano. Sin embargo hemos hablado menos de Desdémona, y la protagonista femenina de esta revolucionaria ópera de Verdi tiene un papel muy destacado. Por ello veremos la gran escena de Desdémona del acto IV y seguidamente la conclusión del mismo y de la ópera.

Otello, la ópera revolucionaria de Verdi

Antes de pasar a hablar de la escena de Desdémona, hablaré algo de lo que Verdi hizo con Otello y porque creo que es una ópera revolucionaria en el opus verdiano.

En Otello, Verdi se carga con las estructuras anteriores, es un continuum musical de principio a fin. Diríamos que es la más wagneriana de sus óperas. Los recitativos son siempre cantados y enlazan con las arias de un modo tan sutil que es difícil poner los límites entre ellos.

La ópera se inicia sin obertura, las arias no concluyen de una manera clara sino que la música sigue pasando de un número a otro. Muchas de ellas tienen un tono reflexivo, casi un monólogo.

La escena de Desdémona, de la que hablaremos a continuación es también algo espectacular y de las cosas más exquisitas que compusiera Verdi.

Escena de Desdémona

Nos encontramos en el acto IV y último de la ópera.  AQUI se enlaza con el libreto para seguir el texto completo.

La acción transcurre en la habitación de Desdémona, al principio está acompañada por su fiel criada Emilia.

Preludio musical

Es uno de los momentos musicales más refinados escritos por Verdi. El corno inglés es el gran protagonista, sobre tres flautas y ottavino a los que luego se les añadirán otros instrumentos de viento.

Estos instrumentos acompañarán el diálogo entre Desdémona y Emilia.

Canción del sauce

Verdi hizo un derroche de refinamiento y sencillez en esta parte. No olvidemos que Rossini había compuesto una escena de Desdémona bellísima en su Otello, así que Verdi tenía que estar a la altura, y realmente lo estuvo.

Toda la canción está acompañada por instrumentos de viento-madera. Con un extraordinario lirismo, Desdémona medita antes de acostarse sobre el cambio producido en Otello. Está confundida y a la vez temerosa. Va desgranando las estrofas ante su criada.

La canción se desarrolla sin agilidades ni arabescos, es un momento de confidencias con alguien de confianza.

La canción termina reflejando todo el miedo y la angustia en un grito desesperado (Ah! Emilia! Emilia! addio!) que Verdi sabe hacerlo tremendamente musical, cuando Desdémona se despide de Emilia.

Ave María

La escena de Desdémona sigue con una oración antes de acostarse. Tiene un estilo declamado, como corresponde a una oración.

A esta plegaria sigue un momento orquestal que sugiere una atmósfera de paz y sosiego con los violines y violas. Luego le sigue un tenebroso solo de cuatro contrabajos que señalan el cambio que se va producir con la entrada de Otello y el fatal desenlace que se presagia. Por ello vamos a ver el acto IV completo porque la escena de Desdémona prosigue con Otello y la muerte de la protagonista y seguidamente la de él.

Otello James McCracken

Desdemona Kiri te Kanawa

Emilia Elizabeth Bainbridge

Yago John Rawnsley

Cassio Robert Leggate

Lodovico Gwynne Howell

Orchestra of the Royal Opera House Covent Garden. Colin Davis, director. Londres: 22.XII.1983

 

 

 

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