FRAGMENTOS ESCOGIDOS DE MOZART
Introducción
El otro día hablábamos de las Primeras óperas de la historia, haciendo un recorrido desde Monteverdi hasta llegar a Mozart. Y ahí lo dejamos. Hoy retomamos el hilo y vamos a dedicar este espacio a siete fragmentos escogidos de Mozart, hablando de óperas, naturalmente. Es difícil hacer una selección de lo mejor, porque todo es buenísimo, por eso destacaré algo que me llama la atención, o que es más curioso, de estas siete óperas de las que vamos a extraer estos siete fragmentos escogidos de Mozart.
Las óperas de Mozart seleccionadas
Escucharemos fragmentos de sus dos óperas serias: Idomeneo, re di Creta y La clemenza di Tito. Estas dos óperas suponen el inicio de la brillante carrera del compositor, ya que aunque Idomeneo no fue la primera sí que fue la que le hizo despegar, y la última.
Seguiremos con la trilogía con Da Ponte: Le nozze di Figaro, Don Giovanni y Così fan tutte a las que hemos exprimido literalmente en otras ocasiones, pero siempre hay momentos destacables para recordar.
Terminaremos con sus dos singspiel El rapto en el serrallo y La flauta mágica.
Esta es la clasificación que encontraremos en muchas reseñas en las que se hable de las óperas de Mozart, pero lo que ocurre es que en realidad no es tan sencillo.
Lo que hace Mozart con sus óperas
En las óperas de Mozart encontramos el retrato de la totalidad de la naturaleza humana. Mezcla con maestría lo trágico con lo cómico porque la vida es eso: momentos felices y hasta jocosos con auténticas tragedias o situaciones tristes. Mozart contempla a sus semejantes, y los refleja en sus personajes, con una mirada realista, con todas sus luces y sombras. No se engaña ni tampoco nos engaña.
Cada ópera de Mozart es diferente, por eso constituyen un universo musical tan atrayente y entretenido.
Mozart tiene la facultad de hacer que sus personajes calen en el espectador. Nos los llevamos a casa una vez terminada la ópera.
Mozart tampoco pretendía dividir sus óperas en géneros, lo que el quería era componer música que gustara al público. Seguía los consejos de su padre que le dijo que no todo el que asiste a una ópera es un entendido, al contrario, hay mucha más gente que no entiende de música, pero sí sabe si una le gusta más que otra, y él tenía que componer para todos.
Espero que estos fragmentos escogidos de Mozart gusten a todos.
Fragmentos escogidos de Mozart
Idomeneo, re di Creta (1781)
Este fue su primer gran trabajo dramático, y en él destacamos la importancia que Mozart, en pugna con el libretista Varesco, dió al coro. En esta ópera los coros tienen una fuerza impresionante. Vale la pena hacerse con una buena grabación y escucharlos. Los coros habían desaparecido de las óperas serias hasta entonces. Otra de las novedades que ninguno había hecho hasta entonces es dar a sus personajes una personalidad musical propia. Hasta Mozart nadie había compuesto un cuarteto como el del acto III, Andrò ramingo e solo. Cada personaje canta simultáneamente sin perder su identidad.
Este es el primero de los fragmentos escogidos de Mozart.
Nadine Sierra, Ilia – Elsa van den Heever, Elettra – Alice Coote, Idamante – Matthew Polenzani, Idomeneo – The Metropolitan Opera Orchestra James Levine, 2017
El rapto en el serrallo (1782)
En este singspiel fue al que el emperador José II dedicó aquella frase de «Demasiadas notas, Mozart» ya que esperaba algo muy ligero y se encontró con una ópera con todas las de la ley y de una gran envergadura musical. El rapto es una ópera fresca; sus personajes se dividen en una pareja seria con grandes escenas operísticas, una bufa con música más ligera y un auténtico bajo bufo al estilo italiano, además de la indispensable parte hablada. Este «experimento» lo perfeccionó aún más en La flauta mágica.
Lo que vamos a escuchar es el aria Marten aller Arten del personaje de Konstanze, con acompañamiento de violín, violonchelo, flauta y oboe solistas. Es la soprano Eva Mei.
Le nozze di Figaro (1786)
La primera de la trilogía con Lorenzo da Ponte como libretista roza la perfección, al menos para quien escribe. Estamos ante una comedia de amor y de costumbres que mantiene un delicioso equilibrio entre el júbilo y la tristeza. Encontraremos a simples mortales que aman, engañan, traman, sufren y disfrutan. La ópera pasa en un suspiro y podemos caer en no valorar bien la enseñanza seria que tiene: el amor es algo serio. Tras muchos enredos y equívocos todo se reordena en el final que veremos a continuación.
Christian Gerhaher (Conde Almaviva), Alex Esposito (Figaro), Olga Kulchynska (Susanna), Federica Lombardi (Condesa Almaviva), Anne Sofie von Otter (Marcellina), Solenn’ Lavanant-Linke (Cherubino). Bayerische Staatsoper, director musical: Constantinos Carydis
Don Giovanni (1787)
Una ópera bufa que relata auténticas tragedias: una violación, un asesinato, un hombre sin escrúpulos y una escena aterradora con un fantasma en la que el infierno engulle al protagonista. Esta es la gran dificultad de la representación de Don Giovanni, la tragedia no puede quedar enmascarada por algunas escenas cómicas. El director de escena lo debe tener muy presente.
AQUI dejo un enlace de un artículo dedicado hace un tiempo a este personaje.
El fragmento escogido de Don Giovanni es la serenata que el protagonista dedica a la criada de donna Anna. El acompañamiento de mandolina y las dulces palabras están escritas para llegar al corazón de una muchacha sencilla.
Gerald Finley es Don Giovanni
Così fan tutte (1790)
Seguimos con la selección de fragmentos escogidos de Mozart con la «tercera pata» del trípode dapontiano, si se me permite la expresión. Cosí fan tutte no es una ópera bufa más. Es sublime en fondo y forma. Es una caricatura de la vida descrita de una manera sofisticada. Da Ponte y Mozart tenían que haber trabajado estrechamente porque hay un equilibrio perfecto entre texto y música. Es un ejemplo del estilo del clasicismo: tres hombres y tres mujeres, divididos en tres grupos, cada uno de ellos con una música propia.
En medio de una ópera bufa como esta, encontramos un aria seria donde las haya. Come scoglio. En ella, la forma desmiente el fondo: una firmeza que se presenta envuelta en una música oscilante y llena de altibajos. Mozart nos está contando que no existe en realidad tanta seguridad en Fiordiligi.
Gundula Janowitz.
La clemenza di Tito (1791)
Esta ópera fue la última ópera seria de Mozart. La clemenza di Tito tiene muchas arias de gran belleza y un final del acto I que es una obra maestra, y lo que vamos a escuchar. Sin embargo es una ópera que no resulta tan creíble, porque sus personajes no son tan reales como en otras. En la ópera hay cuatro personajes masculinos, pero dos de ellos están cantados por mujeres. Por su estructura no resulta viable cambiarla para ser cantada por voces masculinas.
Veamos este final del acto I, un quinteto con coro, Deh, conservate oh Dei!, con Tatiana Troyanos (Sesto), Carol Neblett (Vitellia), Anne Howells (Annio), Catherine Malfitano (Servillia) and Kurt Rydl (Publio).
La flauta mágica (1791)
El último de los fragmentos escogidos de Mozart corresponde a la última de sus óperas, el singspiel La flauta mágica. Uno de los atractivos de esta ópera es que todos los personajes, no importa su condición, pueden tener su réplica en la vida real. Mozart además le dió a cada personaje su música. A Papageno la ligereza del singspiel, a la Reina las arias más difíciles, la pareja joven canta una música de amor y Sarastro y sus sacerdotes una música dignificada y seria.
Ya que hemos llegado al final de este artículo terminemos con el final de la última ópera de Mozart. Un genio como ha quedado demostrado.
Veamos este final con Diana Damrau y René Pape entre otros. Ópera de París 2001.