Renata Tebaldi, la gran diva de la lírica, se transforma en Tosca, la gran cantante de ópera de la Roma del 1800. Inspirada en la homónima obra de teatro de Victorien Sardou La Tosca, es una ópera en la que el componente interpretativo juega una importancia capital. Este es, por otra parte, un rasgo capital en el verismo: lo que se ve en el escenario ha de parecer verdad. No basta una bella voz para cantar cualquier ópera verista, hay que interpretar, vivir el papel. comunicar, en una palabra.
De la misma manera que el canto verista asciende directamente al agudo, la interpretación de una ópera verista capta al espectador desde el primer instante sumergiéndole en el drama, o al menos así debería ser.
En el caso de Renata Tebaldi y esta ópera, Tosca de Puccini, sucede exactamente así. No hay nada supérfluo que nos haga distraer del drama que se desarrolla en el escenario. Vemos en el primer acto el amor que Tosca y Cavaradossi se tienen uno al otro, vemos la lujuria y el deseo de Scarpia, que en el segundo acto va a poner a Tosca entre la espada y la pared de manera absolutamente abominable. La venganza de Tosca estará también a la altura de las circunstancias de alta tensión dramática, para terminar con un espeluznante final.
En Tosca hay lágrimas, dolor, sangre y gritos; yo diría que los mejores gritos escritos en una partitura de ópera.
Curiosamente, en Tosca, la protagonista femenina sólo tiene un aria, la bellísima Vissi d’arte, las demás intervenciones tienen lugar en forma de duos o tríos.
Veremos el dúo del acto I, donde no parece que vaya a haber más problemas, que los propios en una relación amorosa entre dos personas apasionadas y artistas. Seguiremos con la escena de la tortura de Cavaradossi, y también podría ser la tortura de Tosca por lo que llega a sufrir. El Vissi d’arte, surge como un paréntesis reflexivo, aunque cargado de dolor y drama, de Tosca en medio de la violencia brutal del acto II. El final de la ópera es consecuencia de los acontecimientos previos, y no podía ser otro.
Renata Tebaldi hace una auténtica creación de Tosca, que vale la pena volver a ver y oir, aunque la calidad de las imagenes dista mucho de ser tan buena como las que podemos tener de producciones más recientes, pero, pasados los primeros instantes, Tosca se apodera de nuestra atención y nos olvidamos de todo lo demás.
Mario,Mario,Mario, acto I (Eugene Tobin: Cavaradossi)
Escena de la tortura, acto II (George London: Scarpia)
Vissi d’arte, acto II
Escena final, acto III (Gian Poggi: Cavaradossi)
Mucho más sobre Tosca AQUI
Quizás le interese las siguientes entradas relacionadas con Renata Tebaldi – Puccini: Tosca de la opera .net: