Renata Tebaldi es ahora Suor Angelica, la joven que fue obligada por su familia a ingresar en un convento, por haber tenido un hijo siendo soltera. El niño crecerá alejado de su madre y un buen día le comunican a Angelica que su hijo ha muerto. Toda la desesperación de una madre separada a la fuerza de su hijo se resume en el aria más importante de esta ópera de Puccini, Suor Angelica, que como todos sabemos forma parte de Il Trittico, junto con Il Tabarro y Gianni Schicchi.
Para componer esta ópera, en la que sólo aparecen personajes femeninos, Puccini volvió a inspirarse directamente en las fuentes. Si había que explicar lo que sucedía en un convento, se fue al que tenía a su propia hermana como madre superiora. De hecho, las monjas del convento de Vicopelago fueron las primeras en oir una versión al piano, interpretada por el mismo Puccini, algo que debería quedar para siempre en su memoria, ya que muchos de los personajes que aparecen en la ópera estaban inspirados en ellas mismas.
El argumento de Suor Angelica se puede ver con más detalle AQUI
Este es el texto del aria Senza mamma en italiano.
Senza mamma,
o bimbo, tu sei morto!
Le tue labbra,
senza i baci miei,
scoloriron
fredde, fredde.
E chiudesti,
o bimbo, gli occhi belli.
Non potendo
carezzarmi,
le manine
componesti in croce…
E tu sei morto
senza sapere
quanto t’amava
questa tua mamma.
Ora che sei un angelo del cielo,
ora tu puoi vederla la tua mamma!
Tu puoi scendere giù pel firmamente
ed aleggiare intorno a me,… ti sento…
sei qui… mi baci… m’accarezzi.
Ah, dimmi quando in cielo potrò vederti,
quando potrò baciarti!
Oh, dolce fine di ogni mio dolore!
Quando in cielo con te potrò salire?
Quando potrò morire?
Dillo alla mamma, creatura bella,
con un leggero scintillar di stella…
Parlami, amore…, amore!
La interpretación de Renata Tebaldi es una grabación en vivo en audio del año 1953.
Dejamos también la traducción del texto en español
Sin madre, niño,
has muerto!
¡Tus labios,
sin mis besos,
empalidecieron,
fríos, fríos!
¡Y cerraste, niño,
tus ojos bellos!
¡No pudiendo acariciarme,
pusiste tus manitas en cruz!
¡Y has muerto sin saber
cuánto te amaba
tu madre!
Ahora que eres un ángel
del cielo,
ahora puedes ver a
tu madre.
Puedes descender desde
el firmamento y desplegar tus alas.
En torno a mí te siento.
Estás aquí, estás aquí,
me besas y acaricias.
Ah, dime:
¿cuándo podré
verte en el cielo?
¿Cuándo podré besarte?
¡Oh! Dulce fin de todo
dolor mío,
¿cuándo podré morir contigo
en el cielo?
¿Cuándo podré morir,
podré morir?
¡Díselo a tu madre,
bella criatura,
con un ligero titilar
de estrellas!
¡Háblame, háblame,
amor, amor, amor!