EL PUCCINI MÁS EMOTIVO – CINCO EJEMPLOS DE CINCO ÓPERAS
Introducción
En italiano existe una palabra que va perfecta para el tema de hoy. Se trata de «strappalacrime». Normalmente se traduce como lacrimógeno o emotivo, sin embargo, literalmente la traducción es «arranca lágrimas». Esto es lo que hace o sabe hacer Puccini a las mil maravillas. Puccini sabe lanzar flechas que van directamente a la sensibilidad del espectador. Muy mal se tiene que hacer para que las óperas que hoy citaremos no nos emocionen.
Puccini autor dramático
Giacomo Puccini supo combinar con modernidad la afianzada tradición teatral italiana. Fue un gran creador de heroínas. Pocas figuras masculinas de sus óperas alcanzan el nivel de las femeninas, aunque tengan momentos de gran lucimiento y sensibilidad.
Hoy nos vamos a centrar en el Puccini más emotivo con cinco figuras femeninas de cinco óperas distintas. Además las veremos interpretadas por una misma soprano: Mirella Freni.
El Puccini más emotivo
Hoy no hablaremos de Tosca, ni de Turandot o Minnie, ni de Giorgetta ni de Lauretta. Todas ellas, sin embargo, pasan por momentos dolorosos en las óperas en las que aparecen, pero no son nuestros ejemplos para definir al Puccini más emotivo.
Hoy hablaremos de Manon Lescaut, Mimì, Cio-Cio San, Angelica y Liù. Y si no se siente ni pizca de emoción al ver estas interpretaciones es que Puccini no nos gusta en absoluto, porque la otra alternativa es estar muerto y no sentir nada.
Antes de pasar a ver los vídeos ya advertimos que la calidad visual no es muy buena, pero merecen la pena de todas formas.
Manon Lescaut
La ópera del mismo nombre del personaje se estrenó en 1853. A mí, personalmente, Manon Lescaut me cae mal toda la ópera. La encuentro inmadura (claro que se supone que es una jovencita), superficial, caprichosa…Pero llega el final, y ¡qué final! y ese final hace que la perdones y te produzca una inmensa pena verla morir sola, perdida y abandonada ccomo el título de su última aria Sola, perduta, abbandonata.
Mimì
La protagonista de La bohème (1896) sí que despierta nuestras simpatías desde el primer momento. La dulce Mimì que se sentía feliz al recibir las primeras caricias del sol de abril, morirá en brazos de Rodolfo, recordando los escasos momentos de felicidad vividos juntos.
Sono andati ? con Luciano Pavarotti.
Cio-Cio San
Nuestro tercer ejemplo del Puccini más emotivo es la protagonista de Madama Butterfly (1904).
En esta ópera hay mucha emoción, desde los primeros momentos, pero es hacia el final cuando el drama nos arrolla como una ola de sentimientos dolorosos. Al drama del abandono del esposo se suma la existencia de un inocente niño.
Veremos dos escenas del final. En la primera, Cio-Cio San ha rechazado la honesta proposición de matrimonio del príncipe Yamadori. ¡Ella está casada! Antes bailará por las calles para ganarse el sustento que acceder, y si no lo consigue, se matará.
La segunda escena es la del suicidio. Suzuki, su criada, intuye lo que va a hacer y le lleva a su hijo. Lo apartará y escondida se dará muerte.
» Che tua madre » Tu ! tu ! piccolo Iddio « son los fragmentos que veremos. Mirella Freni dijo que nunca pudo interpretar este rol en teatro porque la emoción le hubiera impedido cantar. Las imagenes son de una película de 1974.
Angelica
La protagonista de Suor Angelica (1918), ópera que pertenece a Il Trittico, es una joven que vive recluída en un convento a causa de un desliz de juventud del que tuvo un hijo. Repudiada por su familia vive con la pena de no haber podido conocer y criar a su hijo. Una visita de su tía, la zia Principessa, le hace saber que su hijo murió dos años atrás. Rota de dolor cantará el aria Senza mamma, que oiremos. Luego se tomará un brebaje para suicidarse. Dándose cuenta de lo que ha hecho pide perdón a la Virgen, que se le aparecerá llevando de la mano a su hijo. Angelica morirá perdonada y en paz.
Liù
El último ejemplo del Puccini más emotivo es el de este personaje, el último creado por Puccini y lo último que escribiera en vida: la dulce esclava de Timur de la ópera Turandot (1926) y enamorada de Calaf, Liù.
Ella será la única que se enfrentará a la gélida princesa que la torturará para que confiese el nombre de Calaf. Liù morirá clavándose un puñal y diciendo que con su silencio le está regalando lo más grande que podrá tener jamás: el amor, lo único que podrá derretir su helado corazón. Si esto no es emotivo, nada lo es.
Signore ascolta







