JONAS KAUFMANN, ANNA SMIRNOVA – AIDA
Hace unos días podíamos ver el final de la ópera Aida de Giuseppe Verdi, que interpretaban Krassimira Stoyanova y Jonas Kaufmann y que se representó en la Bayerische Staatsoper en 2015. Hoy podemos ver el dúo Già i sacerdoti adunansi del acto IV, con el tenor muniqués y el otro personaje femenino de la ópera, Amneris, que está interpretado por Anna Smirnova.
En este momento de la ópera, Radamés ya está acusado de traición, la misma Amneris lo ha calificado de traidor, dejando que lo apresaran. Pero Amneris sigue amando a Radamés y le pide, casi le exige, que pida perdón y ella le promete la salvación. Sin embargo, Radamés se niega, pues como dice, en su corazón nunca ha existido la voluntad de la traición y tampoco acepta que su libertad pase por una unión con Amneris.
Un dúo de una gran tensión dramática es este de Già i sacerdoti adunansi, en este momento ya no tienen que disimular ni él ni ella, los sentimientos reales de ambos se ponen claramente de manifiesto.
Esta es la traducción del texto
AMNERIS
Ya están reunidos los sacerdotes,
árbitros de tu destino;
pero aún puedes disculparte
de esta terrible acusación.
Discúlpate,
y pediré tu gracia al trono,
y seré el mensajero
que te traerá la vida y el perdón.
RADAMÉS
Los jueces no oirán
nunca mis disculpas;
ante los dioses y ante los hombres
no me siento ni vil ni reo.
Es cierto que mis labios
profirieron el fatal secreto,
pero mi pensamiento
y mi honor permanecieron fieles.
AMNERIS
Entonces discúlpate
y sálvate.
RADAMÉS
¡No!
AMNERIS
Morirás.
RADAMÉS
Aborrezco la vida;
se ha secado la fuente de todas
las alegrías; desvanecida cualquier
esperanza, sólo deseo morir.
AMNERIS
¡Morir!
¡Ah, tú debes vivir!
Sí, vivirás por mi amor;
por ti he sufrido ya angustias
horribles de muerte;
te amaba, sufrí tanto,
pasé las noches en vela llorando,
y la patria, el trono, la vida,
todo lo daría, todo lo daría por ti.
RADAMÉS
Por ella también yo traicioné
mi patria y mi honor…
AMNERIS
¡De ella no me digas nada más!…
RADAMÉS
Me espera la infamia,
¿y quieres que viva?
Me has hecho desgraciado,
me has quitado a Aida.
Quizás la has matado,
¿y me ofreces la vida
como un don?
AMNERIS
¿Yo, causa de su muerte?
No, Aida vive.
RADAMÉS
¡Vive!
AMNERIS
Entre los afanes desesperados
de las hordas fugitivas
sólo cayó su padre.
RADAMÉS
¿Y ella?
AMNERIS
Desapareció,
y nada más se ha sabido.
RADAMÉS
¡Que los dioses la conduzcan
sana y salva
hasta las fronteras patrias,
y que ignore la desventura
del que morirá por ella!
AMNERIS
Pero, si te salvo,
júrame que nunca volverás a verla.
RADAMÉS
¡No puedo!
AMNERIS
¡Renuncia a ella
para siempre y vivirás!
RADAMÉS
¡No puedo!
AMNERIS
Por última vez:
renuncia a ella.
RADAMÉS
Es en vano.
AMNERIS
Entonces, ¿quieres morir, loco?
RADAMÉS
¡Ya estoy dispuesto a ello!
AMNERIS
¿Quién te salvará, desdichado,
de la suerte que te espera?
Has transformado en furor
un amor sin igual.
El cielo vengará
ahora mis lágrimas.
RADAMÉS
La muerte es un bien supremo
si por ella puedo morir.
Al sufrir el último destino
mi corazón será
inmensamente feliz;
ya no temo la ira humana,
sólo temo tu piedad, etc.






