La Fatal Pietra – Aida, Kaufmann, Harteros

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LA FATAL PIETRA – AIDA, KAUFMANN, HARTEROS

 

La fatal pietra es el dúo que tiene lugar en el acto IV de la ópera Aida de Verdi. Radamés ha sido condenado a ser sepultado vivo en una tumba. Cuando penetra en ella y se cierra con una losa de piedra, sabe que nunca jamás saldrá vivo de allí ni verá a Aida. Pronto se da cuenta de que no está solo: Aida le acompañará hasta la muerte.

 

Es uno de los dúos de amor más bellos que Verdi escribiera jamás, y es la conclusión perfecta para Aida, porque lo que es esta ópera es una gran historia de amor. Aida es conocida por su grandiosidad, por el espectáculo que suele acompañar a la música de Verdi, pero sería igualmente hermosa sin todo lo que la ha hecho tan popular, porque a nuestro parecer, Aida es grande en esos momentos íntimos donde los sentimientos están a flor de piel y logran emocionar al espectador.

Veremos la interpretación del dúo La fatal pietra interpretado por Jonas Kaufmann y Anja Harteros. Las imagenes corresponden a la grabación del CD Aida dirigido por Antonio Pappano con la Orchestra della Accademia di Santa Cecilia.

 

El texto traducido es el siguiente:

 

RADAMÉS
La losa fatal
se ha cerrado sobre mí.
He aquí mi tumba.
Ya nunca más veré la luz del día.
Ya nunca volveré a ver a Aida.
Aida, ¿dónde estás?
¡Que al menos tú
puedas vivir feliz
ignorando siempre
mi horrible destino!
¡Qué gemido!
¿Será un espectro o una visión?
¡No, es una forma humana!
¡Cielos, Aida!

AIDA
Soy yo.

RADAMÉS
¡Tú, en esta tumba!

AIDA
Mi corazón previó tu condena,
y penetré a hurtadillas
en esta tumba
que se abría para ti,
y aquí,
lejos de cualquier mirada humana,
¡deseé morir en tus brazos!

RADAMÉS
¡Morir!, ¡tan pura y bella!
Morir de amor por mí.
¡En la flor de tu juventud
huir de la vida!
El cielo te creó para el amor,
¡y yo te mato por haberte amado!
¡No, no morirás,
te amé demasiado!
¡Eres demasiado hermosa!

AIDA
¿Ves?
El ángel radiante de la muerte
se acerca a nosotros,
y sobre sus alas de oro
nos conduce a la felicidad eterna.
Ya veo abrirse el cielo,
allí acaban todas las ansiedades,
allí empieza el éxtasis
de un amor inmortal.

 

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