ESCENA DE RIGOLETTO Y GILDA – RIGOLETTO, GIUSEPPE VERDI
Introducción
Lo primero que hay que aclarar es a qué escena de Rigoletto y Gilda nos referimos, porque entre ambos protagonistas de Rigoletto de Giuseppe Verdi, logicamente hay más de una.
Hoy hablaremos de la escena del acto II, que tiene lugar tras el secuestro y violación de la joven por parte del Duca.
Escena de Rigoletto y Gilda
Tras suplicar a los cortesanos que le digan dónde está su hija, la joven sale y se arroja en brazos de su padre. A la alegría por el encuentro se sucede el horror que ha vivido la muchacha al confesar con vergüenza que ha sido violada por el Duca.
Rigoletto hace salir a todos, y empieza el relato de la joven con Tutte le feste al tempio. Es un andantino en el que Gilda explica como conoció y se enamoró del Duca creyéndolo un joven estudiante. El ritmo sincopado simula el llanto de la joven.
A esta narración, dulce a pesar del dramatismo, se sucede una intervención rabiosa de Rigoletto con Solo per me l’infamia pero tras ese desahogo, toma el timón de la escena de Rigoletto y Gilda, la piedad y el consuelo del padre a su hija con Piangi, fanciulla, piangi.
Para terminar esta escena, Verdi incluye al personaje de Monterone, que al principio de la ópera ha jurado vengarse del Duca por una afrenta por una hija deshonrada también. Monterone se lamenta de no poder cumplir su venganza por estar a punto de entrar en prisión. Entonces Rigoletto le dice que él tomará el relevo y será quien termine con la vida del Duca.
La escena de Rigoletto y Gilda concluye con la vigorosa cabaletta, Sì, vendetta, tremenda vendetta. En ella Rigoletto lanza toda su ira contra el Duca al que jura eliminar, mientras con el mismo vigor, Gilda, pide clemencia para el hombre que ama a pesar de todo. Un momento musical de primera categoría.
Veremos esta escena en la interpretación del barítono Amartuvshin Enkhat y la soprano Enkeleda Kamani. Teatro Carlo Felice de Génova, con Jordi Bernàcer al podio y dirección escénica de Rolando Panerai.