Leo Nucci, Nino Machaidze – Rigoletto (Verdi) 2010 – Escena final

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Leo Nucci (Rigoletto) y Nino Machaidze (Gilda) interpretan el emotivo final de la ópera «Rigoletto» de Giuseppe Verdi.
Teatro Regio di Parma (2010)

RIGOLETTO
¡Él está ahí dentro! ¡muerto!
¡Quisiera verlo! pero… ¿que importa?
Es él realmente.
¡Estas son sus espuelas!
¡Mírame ahora, oh mundo!
¡Éste es el bufón y ése el poderoso!
¡Y está bajo mis pies!
¡Él mismo! ¡qué alegría!
¡Al fin he vengado mi dolor!
¡Que la corriente sea su tumba
y el saco su mortaja!
¡Al agua!…

(Intenta arrastrar el saco hacia
la orilla, cuando se sorprende al
escuchar a lo lejos la voz del duque,
que atraviesa el fondo de escena)

DUQUE
La mujer es voluble,
como pluma al viento
cambia de ideas
y de pensamiento…
Un rostro amable
y encantador,
tanto en la risa como en el llanto,
es siempre engañoso.

RIGOLETTO
¡Esa voz!
¡Son imaginaciones nocturnas!

(Estremeciéndose)

¡No, no, no!… ¡Es él!

(Se vuelve hacia la casa)

¡Maldición! ¡Eh!…
¡Ese bandido del demonio!…

(Abriendo el saco)

Pero entonces… ¿quién será?
¿quién está ahí dentro en su lugar?
Tiemblo… ¡Es un cuerpo humano!

Escena Última

(un relámpago y reconoce a Gilda)

RIGOLETTO
¡Mi hija!… ¡Dios mío, mi hija!…
¡Ah no!…, ¡es imposible!….
¡Está camino de Verona!

(Arrodillándose)

¡Ha sido una visión!… No, ¡Es ella !
¡Oh, mi Gilda!
¡mi niña… respóndeme!
¡El sicario me ha engañado!

(Llama a la puerta de la casa)

¡Eh!… ¿No hay nadie?
¡Nadie! ¿Hija mía?… ¡Gilda!

GILDA
¿Quién me llama?…

RIGOLETTO
¡Habla!… ¡se mueve!…
¡está viva! ¡Dios mío!
Mi único bien en la tierra…
Mírame…reconóceme…

GILDA
¡Padre mío!

RIGOLETTO
¡Que misterio! ¿que ha ocurrido?
¿estás herida?
Dime

GILDA
El puñal… me hirió…aquí…

(Ella señala su corazón)

RIGOLETTO
¿Quién te ha herido?

GILDA
Os he engañado… La culpa es mía…
¡Lo amaba… y ahora muero por él!

RIGOLETTO
(Para sí)
¡Oh, Dios terrible!
¡Ella ha sido herida
por los dardos de mi venganza!

(A Gilda)

Mi ángel bien amado,
mírame, escúchame,…
¡Habla, háblame, hija adorada!

GILDA
¡No me hagáis hablar!
perdonadme a mi… y a él…
Bendecid a vuestra hija, padre mío…
Allá en el cielo, cerca de mi madre,
rezaré por vos eternamente.

RIGOLETTO
No te mueras tesoro mío…piedad!
Paloma mía… no debes dejarme,
¡Si tú te vas, quedaré solo aquí!
¡No te mueras… o yo moriré contigo!

GILDA
Es el fin… perdonadle…
Padre mío… ¡adiós!

(Ella muere)

RIGOLETTO
¡Gilda! ¡Gilda mía!… ¡está muerta!
¡Ah, la maldición!

(Él se derrumba sobre el cuerpo
de su hija)

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