Hoy vamos a ver uno de los muchos dúos de Verdi. Se trata de un nuevo dúo entre un padre y su hija. En este caso, coreesponde a la ópera Aida y el diálogo es entre Amonasro y Aida.
Este es un dúo de conflicto. No se trata de una conversación tranquila, todo lo contrario. Aida está enamorada de Radamés y su padre le exige que le traicione y descubra sus planes para las tropas egipcias. Los etíopes así podrán atacar nuevamente Egipto. Aida se niega, Amonasro le dice lo feliz que podría ser con Radamés en Etiopía, la amenaza y la maldice. Finalmente, Aida accede a la petición de su padre.
Traducción del texto
AIDA
¡Cielos, mi padre! AMONASRO Un grave motivo me conduce hasta ti,Aida. Nada escapa a mi mirada. Te consumes de amor por Radamés, él te ama, lo esperas aquí. La hija del Faraón es tu rival: ¡raza infame, aborrecida y fatal para nosotros! AIDA ¡Y yo estoy en su poder! ¡Yo, la hija de Amonasro! AMONASRO ¿En su poder? ¡No! Si lo deseas vencerás a la poderosa rival, y patria, trono y amor, todo lo conseguirás. Verás de nuevo los bosques perfumados, los frescos valles, nuestros templos de oro. AIDA Veré de nuevo los bosques perfumados, los frescos valles, nuestros templos de oro. AMONASRO Esposa feliz de quien tanto has amado, gozarás allí de una dicha inmensa. AIDA ¡Gozar un sólo día de tan dulce encanto, una hora, una hora de semejante alegría, y después morir! AMONASRO Pero recuerda que el bárbaro egipcio, profanó nuestros hogares, nuestros templos y nuestros altares; trajo encadenadas a las vírgenes raptadas; asesinó a madres, viejos y niños. AIDA ¡Ah, recuerdo bien aquellos días infaustos, recuerdo el dolor que tuvo que soportar mi corazón! ¡Oh! Dioses, haced que para nosotros vuelva el alba de los días serenos que hemos invocado. AMONASRO Recuerda. Antes de que sea tarde. Nuestro pueblo se apresta a las armas, todo está dispuesto. Venceremos. Sólo me falta saber qué camino seguirá el enemigo. AIDA ¿Quién podría descubrirlo? ¿Quién? AMONASRO ¡Tú misma! AIDA ¿Yo? AMONASRO Sé que esperas aquí a Radamés... Él te ama, y conduces a los egipcios... ¿Entiendes? AIDA ¡Horror! ¿Qué me aconsejas? ¡No, no, jamás! AMONASRO ¡Entonces, arriba! ¡Levantaos soldados de Egipto! ¡Incendiad nuestras ciudades! Sembrad el terror, la destrucción y la muerte. No hay ningún obstáculo a vuestra furia. AIDA ¡Ay, padre, padre! AMONASRO ¿Y te consideras mi hija? AIDA ¡Piedad, piedad, piedad! AMONASRO Olas de sangre corren por las ciudades de los vencidos. ¿Ves? De los negros remolinos surgen los muertos. Te señalan y gritan: "¡Por ti la patria muere!" AIDA ¡Piedad!. ¡piedad, padre, piedad! AMONASRO Un horrible espectro surge entre las sombras ante nosotros. ¡Tiembla! Los descarnados brazos se levantan sobre tu cabeza. Es tu madre, mírala, te maldice. AIDA ¡Ah! ¡Padre! ¡No! ¡Ah! ¡Ah no! ¡Ah no! ¡Padre, piedad! ¡Piedad! AMONASRO ¡No eres mi hija! ¡Eres la esclava de los faraones! AIDA ¡Ah! ¡Piedad, piedad, piedad! Padre, no soy tu esclava. No me maldigas, no me condenes. Todavía podrás llamarme hija tuya; de mi patria seré digna. AMONASRO Piensa que un pueblo, vencido, destruido, sólo puede resurgir gracias a ti. AIDA ¡Oh patria, oh patria, cuánto me cuestas! AMONASRO ¡Ten valor! Ahí viene. Oculto allí lo oiré todo.
Aida es Leontyne Price y Amonasro es Simon Estes. Metropolitan Opera. 1985.