Dúos de Verdi: Simon Boccanegra

duos de verdi simon boccanegra
 

 

EL DUO ENTRE PADRE E HIJA DE LA ÓPERA SIMON BOCCANEGRA DE GIUSEPPE VERDI

Uno de los dúos de Verdi entre padre e hija más bellos es este que nos ocupa hoy, se trata del dúo entre Simon Boccanegra y su hija, que encontramos en el acto I de la ópera.

Recordemos que la joven, Amelia Grimaldi, es en realidad Maria Boccanegra, la hija perdida que Simon Boccanegra tuvo veinte años antes con la hija de Fiesco, y a la que había perdido, y que se ha criado con una identidad falsa.

En este dúo, Amelia sabrá la verdad y Boccanegra reconocerá en ella a su hija. Este dúo es de una belleza exquisita y encierra un lirismo conmovedor.

Lo vamos a ver interpretado por dos grandes figuras: Mirella Freni y Piero Cappuccilli, que en la última frase que pronuncia, figlia!, resume ese amor de un padre por su hija. La dirección es de Claudio Abbado.

 

Merece la pena recrearse en este magnífico dúo de Verdi, y para facilitar su comprensión dejamos la traducción del texto.

 

Traducción del texto

 

DUX
Tú te mereces el don de la clemencia.
Dime, ¿por qué te has encerrado 
para ocultar tanta belleza?
¿No extrañas los brillantes 
festejos mundanos?
Tu rubor me responde ...

AMELIA
Os engañáis, yo soy feliz.

DUX
A tu edad, el amor...

AMELIA
¡Ah! ¡Me habéis leído el corazón!
Amo a un alma angelical 
que ardiente me responde...
Pero me asedia un pérfido,
que desea el oro de los Grimaldi...

DUX
¡Paolo!

AMELIA
¡Habéis nombrado al villano!...
Y puesto que tanta piedad
os inspira mi destino,
os revelaré el secreto que me encubre...
¡No soy una Grimaldi!

DUX
¡Oh, cielos!... ¡Quién eres pues?...

AMELIA
Soy huérfana.
Me acogió bajo su techo humilde
una bienaventurada mujer,
allá, en Pisa, cerca del mar...

DUX
¿Tú, en Pisa?

AMELIA
La piadosa anciana 
era mi único sostén,
tenté a la furia del cielo, 
y me la arrebató.
Con su mano temblorosa 
me entregó una imagen pintada,
y dijo que era el retrato 
de la madre que nunca conocí.
Me besó, me bendijo, 
levantó la mirada al cielo orando...
Cuantas veces la llamé, 
y sólo me respondió el eco.

DUX
(para sí)
¡Cielo clemente! 
Si la esperanza que sonríe a mi alma 
fuera un sueño...
¡Que yo muera si se desvanece la ilusión!

AMELIA
En mi dolor, 
qué oscuro se me presentaba el futuro.

DUX
Dime,... ¿No recuerdas a nadie?

AMELIA
Nos visitaba un marino...

DUX
¿Se llamaba Giovanna
aquella que el destino te arrebató?...

AMELIA
Sí.

DUX
(Saca un retrato de su pecho, lo muestra 
a Amelia, quien hace lo mismo)
¿Y la imagen se asemeja a esta?

AMELIA
¡Son iguales!

DUX
¡María!

AMELIA
¡Es mi nombre!

DUX
¡Eres mi hija!

AMELIA
¿Yo?... ¡Padre!

DUX
¡Abrázame, hija mía!

AMELIA
¡Abraza en tu pecho a María, que te ama!
¡Padre, padre, mi corazón te llama!

DUX
¡Hija!... 
Ante tal palabra me estremezco,
como si el cielo se abriera ante mí...
Me devuelves un mundo 
de alegría indescriptible.
El padre amante abrirá 
un paraíso para ti...
Tu gloria será el rayo de mi corona.

AMELIA
Padre, verás a tu hija solícita 
siempre a tu lado.
En las horas melancólicas 
enjugaré tus lágrimas...
Compartiremos una felicidad 
que sólo el cielo conocerá,
Yo seré la paloma 
de tu palacio real.

 

 

Comparte: