TE DEUM (TOSCA) PUCCINI – LUDOVIC TÉZIER
La escena del Te Deum de la ópera Tosca es la más espectacular, visualmente hablando de toda la ópera, siendo además la única coral en toda la obra. En Tosca no hay grandes números de conjunto, su fuerza está en los dúos y en las arias de cada uno de los personajes, por esto en la escena del Te Deum es donde los directores de escena hacen el mayor alarde de grandiosidad.
El Te Deum se encuentra al final del acto I en el escenario de la iglesia de Sant’Andrea della Valle de Roma, donde el pintor Cavaradossi está realizando un fresco de la Maddalena. Allí se celebrará esta ceremonia religiosa en acción de gracias por la derrota de Napoleón, noticia que luego resultará ser falsa, y que cuenta con la presencia del jefe de policía de Roma, el barón Scarpia, que además está tras la pista del fugado Angelotti y de Tosca, la amante de Cavaradossi y objeto de deseo de Scarpia.
Si se mira un plano de Roma se puede comprobar que la iglesia de Sant’Andrea della Valle y el Palacio Farnese, donde reside y trabaja Scarpia, están a poca distancia. Este es un detalle que en una ópera verista tiene sentido. Posiblemente si el Palacio Farnese y la iglesia hubieran estado muy distantes, no hubiera sido tan lógico o natural que fuera allí precisamente donde se celebrara el Te Deum. Puccini cuidaba estos detalles hasta el extremo. Del mismo modo es perfectamente plausible que desde la iglesia se oigan las campanas del Castel Sant’Angelo, de donde se ha escapado Angelotti, porque ambos lugares tampoco están separados por una gran distancia.
Nos hemos ido un poco por las ramas, pero estos detalles realistas no son muy habituales en la ópera, donde vemos con frecuencia que un personaje es capaz de salvar distancias que son casi imposibles en un corto espacio de tiempo, pero esto no ocurre en las óperas de Puccini que buscaba dar siempre el mayor sentido real a sus obras, no en vano es el compositor verista más importante.
Volvemos al Te Deum y al barón Scarpia. Hoy vamos a ver la interpretación del mismo a cargo del barítono francés Ludovic Tézier, uno de los grandes barítonos actuales, que gracias a su voz y bien hacer ha ido posicionándose en los puestos más altos en el mundo de la ópera. La producción es de Pierre Audi para la Ópera de París, con dirección musical de Daniel Oren. Pertenece a la temporada 2014-2105.