ARIA DE FAUST – MEFISTÓFELES DE ARRIGO BOITO
Introducción
Arrigo Boito ha recibido más reconocimiento como libretista que como compositor. La verdad es que su producción operística es escasa, pero hay que reconocerle un arrojo importante a la hora de pretender, y conseguirlo, poner música a la obra Faust de Goethe. Al escritor alemán le llevó casi cincuenta años de su vida escribirla, cierto que lo hizo intermitentemente, pero ahí están todos esos años para concluir una de las grandes obras de la literatura universal.
Son varios, como sabemos, los compositores que han puesto música a esta obra. Recordemos a Spohr, Berlioz, Gounod o Bussoni.
Mefistófeles de Boito
Ninguno de los anteriores compositores citados en el párrafo precedente, pudo abarcar la totalidad de la obra de Goethe. Boito tampoco, pero, aunque tuvo que prescindir de gran cantidad de escenas, muchos pasajes fueron compuestos según el texto literal.
En el Mefistófeles de Boito se plantea, aún con limitaciones, el problema de la salvación del ser humano, el tema del mal en el mundo, la búsqueda de la belleza que Faust sublima buscando la espiritual, perdiendo Mefistófeles todo poder sobre él.
Es una ópera en cuatro actos, con prólogo y epílogo. Fue estrenada el 5 de marzo de 1868 en La Scala de Milán bajo la batuta del propio compositor,que no tenía mucha experiencia. Conforme la tarde fue progresando la hostilidad del público, poco familiarizado con el estilo musical de vanguardia de Boito y no impresionados por muchas de las escenas, se incrementó constantemente. Además la obra era demasiado larga y el elenco inadecuado para las complejidades de la música. Cuando finalmente cayó el telón después de media noche quedó claro que el estreno había sido un fracaso. Después de sólo dos interpretaciones (la segunda fue dividida en dos noches), la ópera fue retirada.
Boito inmediatamente se puso a trabajar revisando la ópera, reduciendo grandemente su longitud y haciendo muchas escenas en menor escala. Por ejemplo, quitó todo el Acto IV original y reescribió el Acto V como un epílogo. El 4 de octubre de 1875 se estrenó la nueva versión en Bolonia.
Aria de Faust
Lleva el título de Giunto sul passo estremo y se encuentra en el epílogo. La última aria de Faust es bellísima y una de las partes más populares de la ópera.
El aria de Faust se enmarca en este contexto: Faust se ha hecho viejo. Se sienta en su alcoba, como al principio, con el Evangelio abierto, y Mefistófeles se encuentras detrás de él, acechándole. Faust ha vivido tanto el amor real (Margarita) como el amor ideal (Helena de Troya), comprendiendo que la felicidad nunca es eterna. Mefistófeles no lo comprende. Faust expresa su deseo de ser rey de un país de gente trabajadora y laboriosa, que se ganara con esfuerzo, paz y grato conformismo cada día su subsistencia, regida por unas leyes sabias y excelsas para todos, de la que él vería nacer con bondad y ternura miles de generaciones santas (Aria: Giunto sul passo estremo).
Escuchemos a Carlo Bergonzi como Faust y a Nicolai Ghiaurov como Mefistófeles. Carnegie Hall,25 de enero de 1966. Dirige Lamberto Gardelli.
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