Maria Agresta – I Puritani (Bellini) Aria de la locura

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ARIA DE LA LOCURA DE I PURITANI DE VINCENZO BELLINI POR MARIA AGRESTA

 

Esta es la primera aria de la locura del personaje de Elvira de la ópera I Puritani de Vincenzo Bellini, que cierra el primer acto de la ópera. En el segundo habrá otra.

En el romanticismo belcantista las arias de locura ya es sabido que servian para que la intérprete pudiera hacer toda clase de filigranas vocales y coloraturas, que demostraran el momento de enajenación mental que sufrían. Estas escenas de locura son de una gran exigencia vocal e interpretativa, y realmente son el momento álgido y más esperado de la ópera.

 

I Puritani nos cuenta las desventuras de la pobre Elvira, hija del Puritano Lord Valton y enamorada de Arturo Talbot, partidario de los Estuardo. Arturo, cuando está a punto de casarse con Elvira, es requerido para poner a salvo a Enriqueta de Francia, fugitiva de Cromwell. Elvira y todos creen que se ha marchado con otra mujer y es acusado de infidelidad y traición, motivo por el cual, Elvira enloquece. La joven recuperará la razón cuando Arturo regresa y se aclara todo. A pesar de todo el drama que se vive en la ópera, ésta tiene un final feliz, y Arturo y Elvira terminan enamorados y juntos.

 

El texto traducido de esta escena es el siguiente:

 

ELVIRA

La dama de Arturo, de blanco velada.

La mira y suspira; su esposa la llama…

¿Elvira es la dama? ¿No soy yo Elvira.?

JORGE

¡Elvira! ¿Qué estás diciendo?

ELVIRA

¡Yo, Elvira! ¡Ah! ¡No! ¡No!

 

CORO

La pobre está pálida… inmóvil, lívida,..

Muévete, Elvira…

Demente vivirá,

morirá de dolor.

 

ELVIRA

Arturo, ¿vuelves? ¡Date prisa!

¡Oh, ven al templo, amado Arturo,

fidelidad eterna mi bien, te juro!

Como hoy es puro, siempre será mi corazón,

viviré de amor… de amor moriré.

MUJERES

Se cree en el altar…

HOMBRES

¡Le jura a Arturo!

MUJERES

¡Ella tan ingenua!

HOMBRES

¡Él tan perjuro!

TODOS

¡Pobre hija! ¡Morirá de amor!

RICARDO, CORO

¡Oh! ¡Cómo tengo el alma, triste y doliente

oyendo el llanto de la inocente!

¡Sea siempre infame el traidor

que, en tanta pena, dejó a ese corazón!

JORGE

Dios de clemencia, te ofrezco mi vida

si a la inocente llevas tu ayuda.

¡Vamos! Sé clemente con un corazón puro!

¡Vamos! ¡Sé poderoso sobre el traidor!

RICARDO

Cuanto más la miro, más profundo es mi pena

y más se enciende el alma de amor….

Sin embargo, más tremendo se enardece mi furor

contra quien tanto bien me arrebató.

JORGE

Mi oración piadosa y profunda

que a ti llega sobre suspiros de dolor,

Tú Clemente consuela, oh Señor,

por la virgen a quien el impío inmoló.

(Elvira hace un movimiento, casi volviendo

a ver a Arturo, huyendo)

ELVIRA

Pero, ¿ya me huyes? Cruel, ¿abandonas

a quien tanto te amó?

CORO

¡Ay! ¡Mala fortuna! ¡Luto y dolor!

Tan bella, tan pura, del cielo criatura,

¡En el día dilecto, escarnecida, traicionada!

¡Sea maldito el vil traidor!

ELVIRA

¡Qué fiebre voraz me mata, me deshace,

qué llama, qué ira me quema y martiriza!

Fantasmas perversos, ¡huid dispersos!

o, en tanto furor, despedazad mi corazón.

PURITANOS, TODOS

Maldición.

CORO

¡Ni casa, ni playa recoja a los huidos!

En odio del cielo, en odio a los vivos,

abatidos por el viento, en horrenda tempestad,

sus odiadas cabezas no puedan posar.

Errantes, llorando, en terrible guerra,

con el cielo, con la tierra, con el mar,

con los elementos:

siempre malditos en la vida y en la muerte,

sea eterna su suerte, eterno el penar.

 

Veamos esta escena de la locura interpretada por la soprano Maria Agresta. Es una producción de la Ópera Nacional de París del año 2013.

 

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