La Walkiria de Wagner – Primera jornada de El anillo del Nibelungo


La Walkiria de Wagner – Primera jornada de El anillo del Nibelungo

LA WALKIRIA DE WAGNER – PRIMERA JORNADA DE EL ANILLO DEL NIBELUNGO

 

La Walkiria

 

Introducción

Hoy empezamos la primera jornada de El anillo del Nibelungo. Así es como se denominan las partes que componen la Tetralogía de Richard Wagner. Se trata de La Walkiria o Die Walküre.

La Walkiria

Acto I

Siegmund

Recordemos que el dios Wotan tuvo dos hijos gemelos, niño y niña, con una mortal. El niño es Siegmund y la niña Sieglinde. Ambos han vivido separados. Al empezar la ópera, Siegmund llega agotado a la cabaña donde vive su hermana Sieglinde, casada con Hunding, que la secuestró tiempo atrás después de matar a la madre de ambos. Siegmund está siendo perseguido por alguien en el bosque, de ahí su cansancio. Sieglinde no lo reconoce, pero se apiada de su estado y lo cura.

Llega Hunding

Hunding era quien perseguía a Siegmund. Cuando llega a su casa lo reconoce. Le dice que las normas de la hospitalidad le mandan que le de cobijo, pero que al día siguiente lo matará. Hunding piensa que no le va a costar mucho, porque Siegmund no tiene un arma para defenderse.

Sieglinde ayuda a Siegmund

Sieglinde da un brebaje a Hunding que le sume en un profundo sueño. Piensa que así Siegmund tendrá tiempo de escapar. Sin embargo ambos se darán cuenta de que entre ambos hay una profunda atracción. No saben todavía que son hermanos cuando se han enamorado profundamente.

Dúo de amor

Todo este enamoramiento está envuelto en uno de los dúos de amor más bellos de la historia de la ópera. El amor nace a la par que la primavera. Al explicar sus vivencias se dan cuenta de que son hermanos. En sus ojos ven la marca de la serpiente que los identifica como hijos de Wotan.

Sieglinde le habla de la espada

Sieglinde le dice a Siegmund, que el día que se casó a la fuerza con Hunding, llegó un extranjero que dejó una espada clavada en el tronco de un árbol cercano. El extranjero dijo que solo un héroe podría sacar la espada del tronco en caso de necesidad. Nadie hasta ahora ha podido hacerlo.

Siegmund y Sieglinde huyen juntos

A pesar de saber que son hermanos, deciden seguir adelante con su historia de amor. Siegmund entiende que quien dejó la espada era Wotan y que la dejó para él. Coge la espada del tronco y los dos hermanos huyen .

Así termina el acto I de La Walkiria. Vamos a ver la siguiente versión

 

Siegmund: Robert Schunk, tenor
Sieglinde: Julia Varady, soprano
Wotan: Robert Hale, barítono-bajo
Brunilda: Hildegard Behrens, soprano
Hunding: Kurt Moll, bajo
Fricka: Marjana Lipovsek, mezzosoprano

Orquesta y Coro de la Ópera Estatal de Baviera
Wolfgang Sawallisch, director
Nikolaus Lehnhoff, director escénico
Grabación en directo, 1989

 

 

Acto II

Aparece la Walkiria

Brunilda es la walkiria, hija preferida de Wotan. Éste la ha llamado para encargarle una misión: debe proteger a Siegmund y asegurar su victoria. Brunilda lo celebra emitiendo su famosos grito de guerra, que obliga a la soprano a emitir un do sobreagudo nada más abrir la boca. Cosas de Wagner.

Fricka se enfada

Fricka, la segunda mujer de Wotan, es la diosa de la familia. Cuando se entera de que Wotan quiere proteger a Siegmund y que de paso pueda vivir su historia de amor con su hermana, pone el grito en el cielo. Riñe a Wotan por consentir una relación incestuosa. Wotan será un dios, pero ante el furor de Fricka, cambia de plan. Dejará que Siegmund muera. Así pues, Brunilda queda libre de su misión protectora. Tendrá que, como toda walkiria, llevar al héroe muerto al Walhalla.

Siegmund se enfrenta a Hunding

Antes de luchar con él, ve a Brunilda. Cuando un héroe ve a una walkiria significa que va a morir. La walkiria le dice que ella será la encargada de llevarle al Walhalla tras su muerte.

Siegmund lo rechaza

Si Sieglinde no puede ir con él al Walhalla, no quiere ir, que se lo queden los dioses. Esto provocará otro giro inesperado. Después que Fricka impidiera que Siegmund fuera quien recuperara el oro, ahora Wotan va a tener otro contratiempo.

Brunilda desobedece a Wotan

Cuando Hunding está apunto de matar a Siegmund, Brunilda interviene y lo salva. Esto provocará la ira de Wotan además de un profundo dolor.

Aparece Wotan

Wotan ve que la walkiria, en lugar de hacer lo mandado, desobedece. Entonces le ordena que deje de defender a Siegmund e interpone su lanza rompiendo la de Siegmund, que morirá indefenso a manos de Hunding.

Brunilda huye con Sieglinde

La walkiria recoge los restos de la espada de Siegmund, y con Sieglinde a lomos de su caballo Grane,  va a la roca donde se reúnen las walkirias.

 

 

Acto III

Brunilda teme a Wotan

Y con razón, porque va a pagar cara su desobediencia. Brunilda pide el apoyo de sus hermanas walkirias, pero no se lo dan porque también temen la ira de Wotan. Entonces le dice a Sieglinde que coja los restos de la espada de Siegmund y haga forjar una nueva espada para el hijo que lleva en sus entrañas. Este hijo será el encargado de cumplir con la misión que no pudo llevar a cabo su padre.

El hijo se llamará Siegfried

Siegfried en alemán significa «victoria de la paz». Este es el héroe que Wagner tuvo siempre en mente, y que será quien protagonice la segunda jornada del Anillo.

Brunilda aconseja a Sieglinde

Le dice donde se ha de esconder para que Wotan no la encuentre y pueda criar a su hijo en paz: en el bosque donde está Fafner convertido en dragón custodiando el oro. Un dios no se atreverá a ser visto merodeando cerca del oro y que se piense que quiere robarlo; aunque sea lo más cercano a la verdad.

Wotan y la walkiria

Tienen una fenomenal escena de amor entre padre e hija, pero cargada también de dolor, porque Wotan tiene que castigar a Brunilda por su desobediencia. El castigo que le impone es el de permanecer en la roca de las walkirias, rodeada por un círculo de fuego. Sólo un auténtico héroe podrá atravesarlo para llegar hasta ella.

Así termina La Walkiria.

 

 

Quizás le interese las siguientes entradas relacionadas con La Walkiria de Wagner – Primera jornada de El anillo del Nibelungo de la opera .net:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *