Ernani - Giuseppe Verdi

Ernani es la quinta ópera de Giuseppe Verdi, y una de las más interesantes de su época inicial.

El estreno de Ernani tuvo lugar en el veneciano teatro de La Fenice el 9 de marzo de 1844. Verdi ya era un compositor de fama y Venecia también quería contar con un estreno del compositor de Busseto. El libreto de Ernani, basado en una obra de Victor Hugo (Hernani) es de Francesco Maria Piave.

En esta ópera, Verdi, todavía joven, compone una música llena de vigor y frescura. Ernani supuso un éxito clamoroso en su estreno.

Antes de adentrarnos en el argumento, veamos cuáles son los personajes principales de la obra. Veremos que hay cuatro personajes principales, lo que significa cuatro grandes voces, algo que Verdi, dada la fama que había alcanzado, podía permitirse exigir.

ERNANI – Jefe de bandoleros pero de origen noble, enemigo de Carlos I de España y enamorado de Elvira. Es un papel para tenor lírico.

ELVIRA – Noble pupila de don Ruy Gómez de Silva, con el que se debe casar obligada a pesar de estar enamorada de Ernani. Papel para soprano dramática de coloratura (soprano verdiana).

DON CARLOS – Rey de España y aspirante a Emperador de Alemania, algo que sucederá en el transcurso de la ópera. También enamorado de Elvira. Papel para barítono.

DON RUY GOMEZ DE SILVA – Anciano tutor de Elvira de la que está enamorado y pretende hacerla su esposa. Papel para bajo

CORO – Con importantes intervenciones.

OTROS: Caballero, criada, escuderos, etc.

Presentados los personajes ya vemos que se va a producir un conflicto: hay tres hombres enamorados de la misma mujer. Esto, en una ópera romántica no puede más que significar una tragedia segura. Pero vayamos por partes.

En el acto primero, nos encontraremos en las montañas de Aragón, donde está Ernani con sus hombres. El jefe de los bandoleros está triste porque su amada Elvira se ve obligada a casarse con el viejo Silva. Ernani explica a sus seguidores que el único remedio para salvar a Elvira de este funesto matrimonio es raptarla (Come rugiada al cespite ).

Casualmente este deseo de que se produzca un rapto también es lo que quiere Elvira, que está preparándose para la odiada boda (Ernani, Ernani Involami )

Pero Elvira tendrá una sorpresa cuando vea que quien acude primero a su puerta para proponerle escapar de ese matrimonio no es otro que el mismísimo rey Carlos I, que también la ama. Sin embargo, de quien en realidad quiere apartarla es de Ernani. Elvira no acepta, incluso llega a amenazar al propio rey con un puñal.
A continuación llega Ernani. El rey, aunque furioso, le dice que le perdona si se marcha inmediatamente. Ernani le responde que además de ser la causa de la ruína de su familia, pretende seducir a su amada Elvira. Antes de que se produzca una pelea entre estos dos pretenientes, llegará el tercero: Ruy Gómez de Silva, que no puede dar crédito a lo que ven sus ojos: dos hombres en la habitación de su prometida. Silva no reconoce de inmediato al rey y pretende detenerlo. Cuando se ha percatado de quien es uno de los dos hombres, Silva se disculpará, y el rey a su vez, dice que Ernani es un caballero a su servicio. Así acabará este primer acto.

Infelice! E tu credevi, es el aria que Silva canta al ver que su prometida no parece ser tan inocente como el suponía. Silva es Nicolai Ghiaurov.

En el segundo acto, se están ultimando los preparativos para la boda se Elvira y Silva. Cuando el enlace es inminente, llega un peregrino que pregunta por Silva. Éste, haciendo gala de una gran hospitalidad en un día feliz para él, lo acoge como huésped, sin haberse dado cuenta de que es el mismo Ernani disfrazado, huyendo de sus enemigos. Cuando ve que la boda está a punto de tener lugar, se entrega a Silva. El rey Carlos está siguiendo a Ernani y llega al palacio para capturarle, Silva lo ocultará. El rey lo busca sin éxito, y entonces Elvira finge temor ante la situación de que Ernani esté desaparecido e implora la protección real. El rey se la brinda muy a pesar de la contrariedad de Silva.

Así pues, el rey y Elvira se van. Silva llama a Ernani, y lo desafía a un duelo. Ernani no quiere luchar contra Silva, y además le dice que el rey no protegerá a Elvira porque la desea. La indignación de Silva crece hasta tal punto que se propone matar al rey. Ernani y Silva se encuentran, pues, unidos contra el enemigo común, planean matar al rey los dos juntos.
Pero Ernani, hace en ese momento un pacto con Silva que, como se puede intuir, va a traer fatales consecuencias: Ernani le dice que una vez hayan matado al rey, él se dejará matar por Silva cuando haga sonar un cuerno de caza que le entrega.

Vieni meco, sol di rose, es el aria que canta Carlos I, ofreciéndole protección a Elvira. Es un aria compuesta en un tono belcantista, y en un estilo que se corresponde al personaje noble que es el rey. Renato Bruson es Carlos I, Mirella Freni es Elvira, Nicloai Ghiaurov es Silva y Plácido Domingo es Ernani. En el siguiente video veremos el final del acto II, con la promesa que Ernani le hace al viejo Silva.

En el tercer acto cambiamos de localización, algo muy del gusto del romanticismo, y nos encontramos en Aquisgrán, ante la tumba de Carlomagno. El rey Carlos I está esperando ser elegido Emperador de Alemania. Ante la tumba de Carlomagno el rey Carlos hace votos para ser magnánimo con sus contrarios, haciendo grandes promesas virtuosas. El rey le dice a su escudero que en caso de resultar elegido emperador haga disparar un cañón y traer a Elvira junto a el.

Veamos esta escena interpretando Renato Bruson el aria Gran Dio…Oh, de verd’anni miei

La escena que viene a continuación fue una de las que más entusiasmó al público cuando se estrenó Ernani. En ella podemos oir el coro Si ridesti il leon di Castiglia, que el público lo interpretó en clave nacionalista, ya que Venecia también estaba bajo el dominio de Austria. El concertante final también fue de lo más apreciado.

Mientras tanto han llegado los conspiradores Ernani y Silva. Es tal el odio que siente Silva por el rey que le promete a Ernani la libertad a cambio de que le deje matar personalmente al monarca. Pero Ernani, héroe romántico donde los haya, se niega aunque eso le pueda costar la vida.

Sin embargo unos cañonazos frustrarán este magnicidio: el rey ha sido elegido Emperador, y como tal aparece ante todos, enemigos incluídos. El rey se olvida bien pronto de sus deseos de virtud expresados ante la tumba de Carlomangno y ordena matar a todos los nobles traidores a su causa. Ernani le recuerda que él también es noble, y así se añade a la lista de condenados. Interviene Elvira, que habilmente sugiere que debería empezar su reinado con un gesto noble. Carlos accede, y no sólo les perdona la vida si no que le dice a Elvira que se case con Ernani.

Este final feliz del acto anterior no sería propio de una ópera romántica, donde parece que el amor y la felicidad no se puedan obtener nunca. Así pues en el acto cuarto veremos el desenlace de Ernani.

Elvira y Ernani están celebrando su boda, y en el momento en que se disponen a pasar una noche de amor suena un cuerno de caza. Ernani comprende que el viejo Silva no ha olvidado su pacto, y no va a dejar que la felicidad llegue para él y para Elvira. Por segunda vez suena el cuerno, y Ernani para alejar a Elvira del más que seguro escenario de una tragedia, la manda a buscar un remedio para una antigua herida. Llega Silva, dispuesto a hacer cumplir a Ernani su promesa, éste no se niega, pero le pide un tiempo más junto a Elvira, cosa que naturalmente le negará. Vuelve Elvira y se da cuenta de lo que pasa, sus ruegos tampoco tendrán ningún resultado positivo, y Ernani se clavará el puñal que le ofrece Silva, salvando así su honor de caballero, otro rasgo de las obras románticas.

Escenas finales de Ernani, con Mirella Freni como Elvira, Plácido Domingo como Ernani y Nicolai Ghiaurov como Silva. Dirige la orquesta del Teatro alla Scala Riccardo Muti.
Hay que destacar que en esta parte se observa un rastro claramente belcantista. Los tres personajes interpretan una escena dramática, con una música que no sugiere para nada la tragedia, con una línea melódica muy bella. Algo que se aleja absolutamente del realismo que poco a poco irá adoptando Giuseppe Verdi, pero no olvidemos que esta es una de las primera óperas de Verdi.

Así termina Ernani. Ya hemos dicho que en su estreno tuvo un gran éxito. Un año más tarde, en 1845, se estrenó en Madrid. Este es un signo de que la popularidad de Verdi ya había traspasado fronteras y era un compositor deseado en todo el mundo.

Ver más detalles sobre las óperas de Verdi: