El desastroso estreno de Madama Butterfly de Puccini

EL DESASTROSO ESTRENO DE MADAMA BUTTERFLY

 

Madama Butterfly

 

No, no hay un error con la imagen. Es que hay cosas que no se entienden en la historia de la ópera. Ésta es una de ellas. Madama Butterfly de Puccini, una de las óperas de más éxito en la actualidad, tuvo un inicio de lo más desgraciado. Por ello la foto está cabeza abajo. Suerte que la historia ya se ha encargado de enderezar ese fatal inicio. De él vamos a hablar.

 

Pongámonos en situación

Antes, y no hace de ello mucho tiempo, cuando el público asistía a una ópera lo hacía para divertirse. No existía ese reverencial silencio que ahora podemos ver en un teatro de ópera (si exceptuamos las inevitables toses, que no hay manera humana de eliminar). Es decir, iban al teatro y expresaban libremente – y también groseramente – sus opiniones.

Además, no era extraño que parte del público asistente estuviera «pagado» bien por el compositor (para que aplaudieran), bien por sus detractores (para que hundieran la representación). Es lo que conocemos como claque.

En el estreno de Madama Butterfly el 17 de febrero de 1904 hubo claque, seguro.

 

Empieza la función de Madama Butterfly

Acto I

El público que asistía a esa primera representación parecía no apreciar las arias del comienzo. Hace su entrada Butterfly, y la gente empezó a gritar: ¡Esto es igual que La Bohème!. Naturalmente cuando llegó el dúo de amor, sin embargo, no les tocó más remedio que callar. Aquello no era en absoluto La Bohème.

Oigámoslo con las voces de Mirella Freni y Luciano Pavarotti. Final del acto I

 

 

 

 

El segundo acto no fue mejor

Más bien fue a peor. El público no era como el de hoy, hemos dicho, pero es que los teatros tampoco. En un momento hubo una corriente de aire entre bambalinas, algo impensable hoy. Recordemos que hablamos de un teatro de renombre como ya era La Scala. Pues bien, el aire levantó el kimono de Madama Butterfly. ¿Qué hizo el público? Pues gritar: Butterfly está preñada!. Otro (más enterado) añadió: del director de la orquesta!. Era un rumor que la soprano y el director tenían una relación. Desde ese momento lo supo todo Milán.

 

Segundo y tercer acto

Entre ambos existe un breve interludio musical con trinos de pájaros. El público añadió sonidos de vacas, asnos, gallos, ovejas y todo tipo de sonidos. El tercer acto fue recibido también con ruídos animalescos.

 

Puccini revisó la ópera

No sabemos si por ese fracaso. Lo cierto es que Puccini hizo cinco revisiones de Madama Butterfly.
Tras el desastroso estreno, Puccini retiró la ópera y la reescribió notablemente, dividiendo el segundo acto en dos y haciendo otros cambios. La segunda versión revisada que conquistó a la audiencia se estrenó en Brescia el 28 de mayo de 1904.​

En 1906, Puccini escribió una tercera versión,​ que se interpretó en la Metropolitan Opera de Nueva York. El estreno en el Met el 11 de febrero de 1907 contó con la presencia de Puccini y cantaron Geraldine Farrar y Enrico Caruso. En 1907, Puccini hizo varios cambios en la partitura orquestal y vocal, y esta se convirtió en la cuarta versión, que se representó en París.

Finalmente en 1907, Puccini hizo su revisión final de la ópera en una quinta versión,​ que se conoce ya como la «versión estándar». Hoy, la versión estándar es la que se interpreta más a menudo en el mundo. Sin embargo, la versión original de 1904 también se representa ocasionalmente.

 

Un bel dì vedremo

Así empieza la gran aria de Madama Butterfly. Un bel dì vedremo (Un hermoso día veremos). Cuando la canta ella se refiere a que un hermoso día se verá llegar el barco que trae de vuelta a Pinkerton. Haciendo un paralelismo, se hubiera podido decir cuando se estrenó con tanto fracaso, que un hermoso día veremos triunfar esta ópera en cada rincón del mundo, como así ha sido.

Renata Tebaldi es quie nos canta esta espectacular aria.

 

 

Comparte: