UNA CURIOSIDAD SOBRE LA FIGURA DE MADAMA BUTTERFLY
Todos conocemos de sobra el argumento de la ópera de Puccini, Madama Butterfly. La historia de la joven japonesa, Cio-Cio San, que se enamora del marino norteamericano Pinkerton y se casa con él y del que posteriormente tiene un hijo. También sabemos que Pinkerton dejó sóla a Cio-Cio San y se volvió a América, regresando al cabo de unos años con una nueva esposa americana. Mientras, Cio-Cio San le esperaba con el mismo amor del primer día. Pinkerton volvía, pero no para quedarse con ella si no para llevarse a su hijo. Madama Butterfly no soporta ni una cosa ni la otra y se hace el harakiri y muere. Final de la ópera.
Esto es lo que Puccini nos cuenta, pero no es lo que sucedió en realidad. Cio-Cio San existió realmente, y la historia de amor con un americano también. Es igualmente cierto que el americano se llevó a su hijo a Estados Unidos, y también es verdad que Cio-Cio San quiso suicidarse haciéndose el harakiri, pero no lo consiguió. No tuvo la fuerza suficiente para llevarlo a cabo. Quedó malherida pero sobrevivió. Esta historia ocurrida en Nagasaki alrededor de 1890, la contaron unos misioneros a los que acudió Cio-Cio San para pedir su conversión al cristianismo. Ella misma les contó la historia, historia que tiene un final no tan amargo como el de la ópera de Puccini, puesto que el hijo, una vez conocedor de la historia, volvió a Nagasaki y pasó un tiempo con su madre.
Veamos la escena que Puccini nos presenta sobre el suicidio de Madama Butterfly interpretada por Mirella Freni, que no la cantó nunca en directo por no ser capaz de sopberponerse a la emoción que le provocaba esta escena precisamente.