La sonnambula – Maria Callas (1923-2023)

LA SONNAMBULA – MARIA CALLAS (1923-2023)

 

La sonnambula

 

Introducción

Vamos ya por la quinta entrega de este recorrido que hacemos desde principios de año por la vida de Maria Callas. Pocas cantantes de ópera han sido expuestas como ella a la opinión pública. Por una parte debido a su talento y por otra por sus circunstancias personales, que a menudo se entremezclaban ambas.

 

Todo el mundo quiere a Maria

El 29 de octubre de 1956 llega el esperado debut en el Metropolitan Opera House de Nueva York con Norma de Bellini. La que reinaba en La Scala, se había convertido en la primera cantante de ópera del mundo: Soprano absoluta era el apelativo que se le dió.

Maria Callas era ya un mito, pero esto le hizo pagar un alto tributo: su vida privada se resentía del ritmo frenético que llevaba. En 1957, La Scala organizó una tournée en Edimburgo donde estaban previstas cuatro representaciones de La sonnambula, también de Bellini.

Maria estaba agotada, y vocalmente no estaba en plena forma. Renuncia a cantar una quinta representación fuera de programa, que tenía todas las entradas vendidas.

Maria se va de fiesta

Cuando renuncia a esa quinta representación, Maria Callas no se va a su casa a descansar. Bien al contrario: se va a Venecia a un baile organizado por la perdiodista Elsa Maxwell, especializada en los más jugosos cotilleos del mundo de la farándula y alta sociedad. Elsa se jactaba de que nunca había tenido una invitada que, por cariño hacia ella, renunciara a una representación de ópera.

El gesto de Maria Callas se consideró una afrenta para La Scala en Italia.

La sonnambula

El fragmento musical escogido para el artículo de hoy no puede ser otro que uno de La sonnambula. Escucharemos el aria y cabaletta final de esta ópera semiseria de Vincenzo Bellini. Estrenada en Milán el 6 de marzo de 1831.

Maria Callas dió un empuje importantísimo a estas óperas belcantistas. En el aria que escucharemos a continuación, Ah! Non credea mirarti y en la cabaletta, Ah! Non giunge uman pensiero, el personaje de Amina pone un broche de oro a esta ópera amable y llena de belleza de Bellini, y que en la voz de Maria Callas suena así de bien.

 

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