La sonámbula (La sonnambula) es una ópera semiseria en dos actos de Vincenzo Bellini, y proximamente será posible verla en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona con Patrizia Ciofi y Annick Massis como Amina y Juan Diego Flórez y Celso Albelo como Elvino. Aclaremos que en un principio, como consta en el programa del teatro, era Diana Damrau la soprano que debía interpretar en algunas de las funciones, el rol de Amina.
Lo que queremos resaltar en este artículo, es la escena más emblemática de esta ópera que hemos podido ver accediendo al enlace que lo encabeza. La escena de locura del acto II de Amina, Ah, non credea mirarti…ah non giunge uman pensiero.
En otras ocasiones hemos hablado de las escenas de locura , tan propias del primer romanticismo, y en La sonámbula, Bellini podríamos decir que centra toda la intensidad dramática de la ópera, precisamente en esta escena.
Las protagonistas de escenas de locura de muchas óperas, normalmente enloquecen tras un desengaño amoroso, algo que parece que sólo afecte a mujeres por cierto. En la mayoría de los casos, el grado de locura es tal que acaba llevando a la muerte a la pobre protagonista. En La sonámbula, Amina también sufre un revés amoroso, así que según los cánones del romanticismo, hubiera podido enloquecer con las fatales consecuencias antes mencionadas. Pero estamos hablando de una ópera semiseria, es decir, que hay drama, pero sin llegar a un final funesto. El sonambulismo de Amina nos salva de la tragedia. La locura puede ser definitiva, pero el sonambulismo es reversible, y así el personaje de Amina, en mitad de la escena se despierta y su locura se termina ahí, lo que posibilita un final feliz.
Otras arias y momentos destacados de La sonámbula son:
Care compagne…Come per me sereno…Sovra il sen la man mi posa, es la primera escena de Amina. Natalie Dessay es la intérprete.
Tutto è sciolto…Ah! perchè non posso odiarti, es el aria de Elvino del acto II, Celso Albelo la canta.