Tannhäuser (Wagner)

Tannhäuser es una gran ópera romántica entres actos de Richard Wagner, con libreto del mismo compositor, aunque se basa en una leyenda medieval alemana.

Se estrenó en la Ópera de la Corte de Dresde el 19 de octubre de 1845, sin embargo, Wagner hizo una nueva versión para su estreno en la Ópera de París el 13 de marzo de 1861, y es esta versión la que se ha continuado representando. Su estreno en España tuvo lugar en el Gran Teatre del Liceu el 11 de febrero de 1887.

El título completo es Tannhäuser y el torneo de cantores de Wartburg, y es que el protagonista, Heinrich Tannhäuser, en otros tiempos anteriores al del comienzo de la ópera era cantor, como lo eran otros tantos poetas y trovadores de la corte de Hermann, el landgrave de Turingia.
Al principio de la historia, el caballero Tannhäuser vive con la diosa Venus, en la cueva de ésta, donde ha descubierto los goces del amor carnal. Sin embargo, pasado un tiempo, Tabbhäuser comienza a añorar su antigua vida y decide regresar, a lo que Venus acaba por acceder no sin antes profetizarle un nuevo retorno a sus brazos. Tannhaäuser pide la ayuda de la Virgen María, y pasa de la cueva de Venus a un prado donde un pastor canta junto con un coro de peregrinos.
El landgrave de Turingia regresa con su séquito de una jornada de caza. Tannhäuser le reconoce y recuerda a la sobrina de éste, Elisabeth, un antiguo amor que pervive y que se supone que le ha liberado del influjo de la diosa Venus.
Así pues, Tannhäuser se dirige al castillo de Wartburg, donde Elisabeth canta emocionada el regreso de Tannhäuser, que se arroja a sus pies.
Durante la ausencia de Tannhäuser, Elisabeth había vivido casi recluída, así que su tío está feliz de ver la emoción de la joven y organiza un concurso de cantores para celebrar el retorno de Tannhäuser.
En el concuerso además de él, participaran Wolfram von Eschenbach, Walter von der Vogelweide, Heinrich der Schreiber y Reinmar von Zweter. De entre todos, Wolfram lamenta el retorno de Tannhäuser ya que él también ama a Elisabeth.
La base para dictaminar quien ganará el concurso es que el ganador será el cantor que mejor describa la esencia moral del amor.
Una vez todos han cantado, le toca el turno a Tannhäuser, que describe con pasión el amor que descubrió junto a la diosa Venus, lo que provoca un escándalo entre todos los que lo escuchan, sobre todo entre las mujeres, tanto que los caballeros desenvainan sus espadas porque consideran un sacrilegio lo que Tannhäuser ha cantado, sin embargo, Elisabeth protege con su cuerpo al caballero.
El landgrave lo castiga a hacer una peregrinación a Roma para expiar su culpa. Tannháuser parte hacia Roma y Elisabeth se queda esperando de nuevo.
Va pasando el tiempo, y encontramos a la joven rezando a la Virgen, cuando se oye un coro de peregrinos que regresan de Roma, para desesperación de Elisabeth, Tannhäuser no está entre los que regresan limpios de pecado.
Tal es la desesperación de Elisabeth que ofrece su vida como expiación de la culpa de su amor.
Cae la noche, Wolfram siente que la muerte está rondando cuando ve a un hombre vestido de peregrino y en un estado lamentable. Éste le cuenta a Wolfram que el Papa ha negado el perdón a Tannhäuser, perdón que cree tan poco probable como lo sería que floreciera la vara del máximo pontífice. Este pergrino no es otro que Tannhäuser, que medio enloquecido invoca a Venus, que reaparece para llevarlo de nuevo a su cueva. Sin embargo, Elisabeth desde el cielo ha obrado el milagro de su redención, Tannhauser muere y aparece un nuevo grupo de peregrinos que traen consigo la vara del Papa que ha florecido.
La ópera termina con un canto de todos los presentes alabando a Dios.

Veamos ahora el final de la ópera Tannhauser en una producción del festival de Bayreuth del año 1978