Don Carlo (Verdi) – Carlo il sommo imperatore

DON CARLO (VERDI) – CARLO IL SOMMO IMPERATORE

Captura20de20pantalla20completa202607201020170011

Vamos a ver la escena completa del Acto I (en la versión italiana) de la ópera Don Carlo de Giuseppe Verdi. Esta gran escena empieza con el coro de frailes del monasterio de Yuste (Carlo il sommo imperatore). Seguidamente Don Carlo interpreta el aria Io l’ho perduta. En ella queda patente su desconsuelo por el amor perdido de Elisabetta. Finalmente, el marqués de Posa será quien lo consuele. Interpretarán el vibrante dúo Dio, che nell’alma infondere.

los intérpretes que nos cantarán este escena de Don Carlo son Jonas Kaufmann como Don Carlo y Dmitri Hvorostovsky como marqués de Posa. El fraile es Stanislav Shvec.

Concierto de Moscú (2008)

Acto I, Escena I, Parte I

Los monjes en torno a la tumba del emperador Carlos I recuerdan la fugacidad de la vida, y que hasta el más orgulloso, poderoso y altivo de los hombres al final se veré reducido a polvo y cenizas.

 

Traducción

CORO
Carlos, sumo emperador,
no es ya más que ceniza muda:
de su celestial Hacedor
su alma altiva ahora tiembla a los pies.
Señor, que tu furia
no caiga sobre su corazón.
¡Piedad, Señor! ¡Grande es sólo Dios!

EL FRAILE
Él quería reinar sobre el mundo
olvidando a Aquél que, en los cielos,
señala a los astros el camino cierto.
Ese inmenso orgullo fue,
fue su error profundo.
Grande sólo es Dios, por su deseo
hace temblar la tierra y el cielo.
Dios misericordioso.
¡Piadoso con el pecador,
al espíritu que sufre
das el descanso y el perdón que descienden
del cielo!

Acto I, Escena I, Parte II

Don Carlo, príncipe de España, llora su tremendo destino. La mujer que ama, Elisabetta, es ahora la esposa de su padre gracias a un matrimonio de conveniencia.

 

Traducción

DON CARLOS
¡La he perdido! ¡Oh, poder supremo!
¡Otro… y es mi padre…!
¡Otro… y es el Rey!
¡Ella, a quien adoro, me ha sido arrebatada!
¡La esposa que me era prometida! ¡Ah!
¡Qué bello y puro fue el día en que,
ebrios de amor y esperanza, nos era dado vagar
en la oscuridad, solos y juntos,
en el dulce suelo de Francia,
en el bosque de Fontainebleau!
Yo la vi y su sonrisa
abría ante mí un nuevo cielo…
¡Ay! Para siempre, ahora me ha separado
de ese corazón, un padre, un Rey!
No augura un día feliz
para mi vida este triste amanecer…
Me has robado, encantadora,
corazón y esperanza, los sueños y el amor!

EL FRAILE

El dolor de la tierra
en el claustro aún nos sigue;
Del corazón, las luchas
sólo en el cielo pueden serenarse.

Acto I, Escena I, Parte III

Don Carlo se consuela con su amigo don Rodrigo, el marqués de Posa, que trata de levantarle los ánimos, entonando un himno a la amistad, y instándole a liberar al pueblo de Flandes.

 

Traducción

RODRIGO
¡Es él! ¡Él mismo! ¡El infante!

DON CARLOS
¡Rodrigo mío!
¿Eres tú, eres tú a quien estrecho?

RODRIGO
¡Alteza!
¡Oh, mi príncipe y señor!

DON CARLOS
Es el cielo quien te envía en mi dolor,
¡Ángel consolador!

RODRIGO
¡Ha llegado la hora!
¡Te llama el pueblo flamenco!
Socorrerlo debes: te ha hecho su salvador.
Pero, ¿qué estoy viendo?
¡Qué palidez! ¡Qué pena!
Un relámpago de dolor recorre tu frente…
Enmudeces…, suspiras…
Tu corazón irradia tristeza.

(con afecto muy sentido)

Carlos mío, comparte conmigo
tu llanto, tu dolor…

DON CARLOS
Mi salvador, mi hermano, amigo fiel,
deja que llore en tu pecho…

RODRIGO
Vierte en mi corazón ese desgarro cruel;
¡que el alma tuya no se cierre a mí!
¡Habla!

DON CARLOS
¡Así lo quieres! Mi desventura escucha,
y cuán horrendo rayo
traspasó mi corazón!
Amo… con amor culpable a… ¡Isabel!

RODRIGO
(horrorizado)
¡Tu madre! ¡Cielo santo!

DON CARLOS
¡Qué palidez!
¡Clavas tu mirada en el suelo! ¡Mísero de mí!
¿Tú mismo, Rodrigo mío, te alejes de mí?

RODRIGO
¡No! ¡No! ¡Rodrigo aún te ama!
Te lo puedo jurar.
¿Sufres? ¡Ya por mí el universo es dispar!
Este secreto, ¿el Rey no lo ha averiguado aún?

DON CARLOS
No.

RODRIGO
Obtiene, entonces, de él,
partir para Flandes.
Tantea tu corazón; digna de ti
será tu obra. Aprende ya,
entre la gente oprimida, a ser rey,

DON CARLOS
Te seguiré, hermano.

(Se oye un sonido de campana)

RODRIGO
¡Escucha! Las puertas del convento se abren ya;
Aquí van a llegar Felipe y la Reina.

DON CARLOS
¡Isabel!

RODRIGO
¡Asegura, a mi lado, ese espíritu tuyo
que vacila!
Serena, aún, la estrella tuya
que brilla en el cielo.
¡Pídele al cielo, de los fuertes, la virtud !

DON CARLOS Y RODRIGO
Dios, que en nuestra alma,
quisiste infundir amor y esperanza,
deseo de libertad
en mi corazón enciende.
Juramos vivir juntos
y morir juntos;
en la tierra, en el cielo, nos alcanzará
tu bondad.

RODRIGO
Ya vienen.

DON CARLOS
¡Oh, terror! ¡Sólo por verla ya tiemblo!

CORO
(desde dentro, mientras pasa el rey)
¡Carlos, sumo emperador,
ya no es más que ceniza muda;
por su Hacedor del cielo,
su alma altiva ahora tiembla a sus pies.

RODRIGO
¡Valor!

DON CARLOS
¡Él la ha hecho suya! ¡Yo la he perdido!

RODRIGO
Ven junto a mí; sentirás fortalecido el corazón.

DON CARLOS Y RODRIGO
(con entusiasmo)
¡Viviremos juntos y moriremos juntos!
Nuestro último grito será: ¡Libertad!

Comparte: