Rusalka – Canción a la luna (Song to the moon)

RUSALKA – SONG TO THE MOON (CANCIÓN A LA LUNA), KRISTINE OPOLAIS

Song to the moon

Kristine Opolais es la protagonista de la ópera Rusalka de Antonin Dvorák en la temporada 2016-2017 del Metropolitan Opera House.

La dirección escénica es de Mary Zimmerman y la musical de Sir Mark Elder.

 

La ópera Rusalka

Dvorák compuso Rusalka en 1901, y en ella encontramos influencias clásicas de Liszt y Wagner y también sonoridades propias del impresionismo, lo que le da un estilo sumamente personal.
La historia que narra Rusalka posiblemente sea de aquellas que el público sabe de antemano, puesto que se basa en el popular cuento de Hans Christian Andersen La sirenita. Así pues, Dvorák, que está considerado como el padre de la música checa junto a Smetana, debe la popularidad de la únia ópera suya que pervive, a una historia danesa. El libretista, Jaroslav Kvapil, conoció el cuento de Andersen en una visita a la isla danesa de Bornholm.

La palabra rusalka es de origen ruso y significa «mujer encantada», pertenece pues a la legendaria familia de las náyades, ondinas, sirenas, nereidas y demás doncellas acuáticas. La obra, que como ya hemos dicho,  tiene una fuerte influencia wagneriana, destacando los temas del «bosque» y del «agua» y es en definitiva una tesis sobre las relaciones, no siempre armónicas, del hombre con la naturaleza.

Song to the moon (La canción a la luna)

Esta canción es lo más popular de la ópera. La encontramos en el acto I, y su título en checo es Mesicku na nebi hlubokem. No es de extrañar, pues, que en muchas partes del mundo se la concozca como Song to the moon o en los países de habla hispana, Canción a la luna.

Al principio de este artículo encontramos el enalce para conocer el argumento de Rusalka, así que ahora lo omitimos. Rusalka canta la Canción a la luna preguntándose donde está el hombre del que se ha enamorado.

Traducción de La canción a la luna

Luna, que con tu luz iluminas todo
desde las profundidades del cielo
y vagas por la superficie de la tierra
bañando con tu mirada el hogar de los hombres.
¡Luna, detente un momento
y dime dónde se encuentra mi amor!
Dile, luna plateada,
que es mi brazo quien lo estrecha,
para que se acuerde de mí
al menos un instante.
¡Búscalo por el vasto mundo
y dile, dile que lo espero aquí!
Y si soy yo con quien su alma sueña
que este pensamiento lo despierte.
¡Luna, no te vayas, no te vayas!

 

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