Escenas de muerte en la ópera: Lucia Vs. Isolda

DOS ESCENAS DE MUERTE EN LA ÓPERA: LUCIA Vs. ISOLDA

Estas dos escenas de muerte, la de Lucia de Lucia di Lammermoor de Donizetti y la de Isolda de Tristan e Isolda de Wagner, las hemos visto anteriormente por separado, pero hoy vamos a hacer una comparativa entre ambas. El motivo no es otro que el destacar las diferencias de estilo entre el romanticismo belcantista de Donizetti y el dramatismo romántico de Wagner. Así se precibe mejor el cambio y la evolución que sufrió la ópera desde 1835 cuando se estrenó Lucia di Lammermoor a 1865, cuando Wagner estrenó Tristán e Isolda.

Ambas escenas de muerte presentan algunas similitudes, sin embargo. La más destacable es que ambas protagonistas, Lucia e Isolda, sufren un estado de enajenación mental debido al amor perdido por Edgardo en el primer caso y por Tristan en el segundo y las dos escenas ocurren al final de las respectivas óperas.

Las dos escenas son altamente emotivas, pero la emoción que el espectador recibe se la presentan los compositores de maneras absolutamente diferentes.

En Lucia di Lammermoor, y en esta escena de locura y muerte posterior de la protagonista, la orquestación es mínima. La voz es la que transmite todo y la música es simplemente un acompañamiento a la misma, y siempre de manera suave. La voz en el belcanto no debe superar nunca un volumen orquestal importante y esto se ve claramente en esta escena que traemos a continuación y que interpreta extraordinariamente Mariella Devia.

Mariella Devia es Lucia di Lammermoor

Cuando llegamos a Wagner, todo ha cambiado. La orquesta ha crecido en número de instrumentos y por lo tanto las voces deben ser capaces de superarla. Con Wagner, al igual que ocurre en el verismo, la voz está siempre en confrontación con la orquesta. Isolda, ha visto como acaba de morir su amado Tristan, y el dolor por la pérdida de su amor, la hará enloquecer hasta matarla; lo mismo que ocurría con Lucia. En el famoso Liebestod, muerte de amor, Isolda canta su amor por Tristán al que cree ver transfigurado. Podremos ver como a medida que avanza la pieza y aumenta el dramatismo, la orquesta ataca con fuertes oleadas sonoras. Aquí la emoción no la transmite solamente la voz si no que la orquesta juega un importante papel.

Waltarud Meier es Isolda, una de las grandes de la actualidad en este papel.

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