Wozzeck, Canción de cuna – Alban Berg

WOZZECK, CANCIÓN DE CUNA – ALBAN BERG

 

Wozzeck

 

Introducción

Hoy vamos a escuchar un breve fragmento de esta ópera imprescindible del siglo XX, Wozzeck de Alban Berg.

Ópera importantísima por varios motivos. Probablemente sea la primera ópera de la era de la música contemporánea. Berg nació en 1885 y estaba todavía bajo la influencia de Wagner y Mahler, pero su encuentro con Arnold Schönberg en 1904 le abrió nuevos horizontes mentales y musicales sobre todo. Alban Berg compuso la primera ópera atonal de la historia de la música.

Su composición duró cinco años, justamente éste 2022 se celebran los cien años de su conclusión. dedicada a Alma Mahler, tiene sus raíces en la obra inconclusa de teatro del dramaturgo alemán Georg Büchner, Woyzeck.

 

Wozzeck

Berg trabajó en el libreto para crear una ópera de tres compactos actos, con cinco escenas cada uno.

Wozzeck es una ópera de una conmovedora humanidad. Expliquemos brevemente de que trata su argumento.

Wozzeck es un soldado pobre y no demasiado inteligente. Vive con Marie, una ex prostituta, con la que tiene un hijo, Bub. Él, para ganar algún dinero acepta toda clase de trabajos, que suelen ser los peores y más humillantes. Así hará de barbero para su capitán y de conejillo de indias para el  médico del regimiento.

Marie es otro personaje tan desamparado como Wozzeck. Se ha fijado en otro soldado, el Tambor mayor. Wozzeck intuye su infidelidad. Toda la historia acabará en tragedia. Él matará a Marie y seguidamente se suicidará, hundiéndose en un estanque. Solo quedará el niño, Bub, que ajeno a la tragedia, seguirá jugando con su caballito de madera.

 

Canción de cuna de Wozzeck

Se encuentra en el acto I. También podemos encontrarla como Canción de cuna para Bub. En esta tercera escena, Marie está mirando por la ventana porque pasa un desfile con el Tambor mayor en primera línea. Ella lo mira y él la saluda. Después, canta una canción de cuna para que Bub se duerma. El texto traducido es el siguiente:

¡Ven, hijo mío! ¡Que digan lo que quieran!
Eres el hijo ilegítimo de una casquivana
pero tienes una carita tan bonita…

Eia popeia…
Qué estás haciendo muchacha?
¡Tienes hijo y marido!
Todos preguntan por qué cantas
durante toda la noche.
Eia popeia, mi dulce niño,
ningún hombre me llena tanto como tú.
Juanito, ensilla tus seis caballos,
dales de comer,
no comen avena,
no beben agua,
¡necesitan vino fresco!

 

Veamos a Hildegard Behrens. Viena 1987. Dirige Claudio Abbado.

 

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