Marilyn Horne: Semiramide (Rossini)

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MARILYN HORNE: SEMIRAMIDE (ROSSINI)

 

Si el otro día veíamos la faceta de Rossini como compositor de ópera bufa con Il turco in Italia, hoy lo vamos a ver en su vertiente seria con unos fragmentos de Semiramide, una ópera seria en dos actos, basada en la tragedia homónima de Voltaire, y que con libreto de Gaetano Rossi se estrenó en el Teatro La Fenice de Venecia el 3 de febrero de 1823.

 

Semiramide se puede calificar como el paradigma de la coloratura y la ornamentación vocal junto a una gran brillantez  en la orquesta, que no solo acompaña, si no que cobra un papel protagonista. Rossini en Semiramide enlaza perfectamente los numeros vocales para acompañar la trama y la psicología de los personajes.

 

Además hoy tenemos la oportunidad de ver a Marilyn Horne que ha sido una de las intérpretes del personaje de Arsace de referencia. La veremos en un dúo del acto I y en dos fragmentos del acto II en una producción de 1990 del Metropolitan de Nueva York dirigida por James Conlon y en la que también participaron June Anderson como Semiramide, Stanford Olsen como Idreno, Samuel Ramey como Assur y John Cheek como Oroe entre otros.

 

Resuminos antes y brevemente el argumento de Semiramide de Gioacchino Rossini.

 

Semiramide, junto a Assur, ha asesinado a su marido, el Rey Nino para acceder al trono. Sin embargo, su hijo se ha salvado de la muerte y ahora, bajo el nombre de Arsace y sin que su identidad sea conocida por él o su madre, es un exitoso comandante del ejército asirio. La ópera se inicia cuando Arsace regresa a Babilonia para pedir la mano de Azema y apoyar las aspiraciones de Assur de convertirse en el nuevo esposo de Semiramide. Assur no está dispuesto a aceptarlo, porque él también ama a Azema. Sin embargo, Semiramide se enamora de Arsace y declara que él será el sucesor del trono; a la vez que entrega la mano de Azema, no a Assur, sino a Idreno. El fantasma del rey Nino aparece ante la sorpresa y pavor de todos, para advertir que algunos crímenes deben ser expiados. Oroe, el sacerdote supremo, le cuenta a Arsace cuál es su origen y quiénes son los culpables de la muerte de su padre; Arsace a pesar del dolor que siente, jura vengar esa muerte. Arsace se encuentra con los asesinos en un lugar oscuro y confuso, y cuando intenta matar a Assur, mata a Semiramide. Finalmente, él es delcarado Rey.

 

Para empezar veremos a June Anderson y a Marilyn Horne en el dúo del acto I Serbami ognor si fido, cuya traducción es la siguiente:

 

SEMIRAMIDE
Guarda siempre para mí
tu corazón, tus sentimientos,
y todo puedes esperarlo,
y todo lo obtendrás de mí.

ARSACE
Te he consagrado, reina,
mi fidelidad y mi brazo:
por ti he vencido en el combate,
por ti sabré morir.

SEMIRAMIDE
(con ternura)
No, tú vivirás para mí.

ARSACE
¡Ah! Si leyeses en mi corazón…

SEMIRAMIDE
¿Entonces, tú?…

ARSACE
Al fin debes saberlo.
Arde en mí un vivo amor.

SEMIRAMIDE
Espera, un deseo tan ardoroso
hoy mismo obtendrá recompensa.

SEMIRAMIDE, ARSACE
A los sueños más apetecibles
de paz y de felicidad
ya se abandona el alma,
que en tan feliz momento,
entre dulces estremecimientos,
vuelve a respirar.

 

 

En segundo lugar veremos a Marilyn Horne interpretando In si barbara sciagura, del acto II. La traducción es la siguiente:

En tan gran desgracia
ábreme al menos tus brazos.
Deja que sobre tu pecho vierta
mi llanto y mi dolor.
A este alma acongojada
confórtala y ayúdala.
Oprimido por tantas penas
mi corazón languidece en el pecho.

 

 

A continuación, Rammenta chi sei también del acto II. Dejamos a continuación la traducción del fragmento:

 

OROE, SACERDOTES
¡Vamos, muévete! Recuerda quién eres.
Sirve al cielo y obedece a tu padre
blandiendo su poderosa espada;

Él le pide a su hijo venganza.
Él te arma y te espera en su tumba.
¡Ve, apresúrate a herir, a castigar!

ARSACE
¡Sí, venganza! ¡Dámela!

Sagrado acero de mi padre,
tú reavivas mi valor.
Ya me siento inundado de fuerza.
Sí; en esta gran prueba,
se cumplirán los designios divinos.

OROE, SACERDOTES
¡Perezca Assur!

ARSACE
¡Sí, caiga el impío!

OROE, SACERDOTES
Semíramis…

ARSACE
¡Ah, ella es mi madre!
Tal vez mi padre, al ver mi llanto,
aún querrá perdonarla.

OROE, SACERDOTES
A la gran prueba
acércate audaz.
Desde la tumba
al trono ancestral,
tu padre, ya aplacado,
te guiará.
Contigo, Asiria,
respirará de nuevo.

ARSACE
Sí, vengado
el padre;
sacrificándole
al traidor;
paz podrá esperar
mi alma. ¡Sí!
A las dulces palpitaciones,
de gozo y amor,
volverá
feliz el corazón.

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