FLOREZ – IL BARBIERE DI SIVIGLIA, Rossini (Acto II)

Captura20de20pantalla20completa200303201120193406

IL BARBIERE DI SIVIGLIA – ARGUMENTO ACTO II

El doctor Bartolo se ha quedado en la más absoluta ignorancia sobre la identidad del soldado borracho que ha ocasionado tanto transtorno en su casa, medita sobre ello cuando llaman a la puerta y el que llega es un seminarista que lo marea acon un saludo que parece no tener fin.

Este seminarista, le muestra al doctor Bartolo una carta de Rosina. En ella, la muchacha reclama sus servicios como profesor de música ayudante de don Basilio, dice llamarse don Alonso. No sin cierto recelo, el doctor Bartolo accede a esas clases de canto. cuando Rosina llega y reconoce a Lindoro en el supuesto profesor de música suelta un grito, que justifica diciendo que se ha torcido un pie.

Empieza la lección de música y el doctor Bartolo se adormece, cosa que aprovechasn los dos enamorados para hablar de sus sentimientos. El doctor Bartolo se despierta y criticando la música que se ha interpretado, le trae una partitura de de un minué que quiere bailar con Rosina. Llega Figaro y se pone a bailar con el doctor sin que éste se dé cuenta.

Figaro ha venido para afeitar al doctor Bartolo, pero éste no está para afeitados esa tarde, pero Figaro insiste y, para proporcionar unos minutos de soledad a la pareja, rompe jarras y jofainas ante el disgusto del doctor Bartolo. Aprovechando la confusión, Figaro roba la llave del balcón y se la da a Almaviva, para que recoja a Rosina a medianoche.

Se presenta don Basilio que, ante una generosa propina, acepta marcharse sin chistar al decirle Figaro que su aspecto es el de un enfermo de escarlatina.
Finalmente, Figaro puede empezar a afeitar la barba de Bartolo, pero al estar receloso, se escapa y oye como Almaviva le dice a Rosina que se ha tenido que disfrazar para llegar hasta ella. El doctor Bartolo explota de furia y echa a Almaviva de casa y a Figaro también. Rosina se encierra en su cuarto y el doctor Bartolo decide vigilar la puerta de casa sin descanso.

Despues aparece de nuevo don Basilio al que Bartolo ordena que vaya a buscar un notario para que certifique el matrimonio sin más demora. El tutor llama a Rosina y le dice que el tal don Alonso y Figaro pretendían raptarla para entregarla al horrible conde de Almaviva. Como Rosina no sabe quien es ese conde, lo cree y accede a casarse con el viejo.

Estalla una fuerte tempestad que deja empapados a Figaro y a Almaviva, que entran por una escalera apoyada en el balcón. Rosina, indignada, dice que ya sabe que sus intenciones eran las de entregarla al lascivo conde Almaviva. Entonces, el conde le confiesa su verdadera identidad y le propone casarse con él. Figaro insiste en que no deben perder tiempo con frases amorosas, pero ellos no le hacen caso. Cuando por fin deciden marchar, se dan cuenta de que la escalera que les tenía que facilitar la huída ya no está. No pueden salir.

Llega Basilio con el notario. Figaro toma cartas en el asunto y pide el acta matrimonial en la que faltan los nombres de los contrayentes. Figaro se los dice: Rosina y el conde de Almaviva. Don Basilio protesta, pero Almaviva le da a elegir entre un tiro en la cabeza o un anillo de oro. Elige el anillo, naturalmente y firma como testigo, al igual que Figaro.

Llega el doctor Bartolo con la policía que nuevamente queda sin hacer nada ante la declaración de nobleza del conde. Almaviva aconseja al doctor Bartolo que no siga empeñado en casarse con Rosina, le cede la dote de la joven y viene Berta para consolar al viejo.
La ópera se termina con un nuevo concertante de todos los personajes.

Juan Diego Flórez interpreta Cessa di più resistere.

Comparte: