IL BARBIERE DI SIVIGLIA (Rossini) Acto I – JUAN DIEGO FLOREZ (Argumento y Videos)

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IL BARBIERE DI SIVIGLIA. ACTO I (ARGUMENTO)

Estamos en Sevilla, es de noche y el criado del conde de Almaviva, Fiorello, ha preparado una serenata que cantará su señor a su amada Rosina, una muchacha que vive encerrada en su casa custodiada por su tutor, el doctor Bartolo, que pretende casarse con ella y así tener su dote.
Se efectúa la serenata, pero Rosina no da señales de vida, así que el conde de Almaviva se desanima al ver que no hay manera de contactar con Rosina. Fiorello despide a los músicos que agradecen ruidosamente el dinero que les da Fiorello.
Cuando Fiorello y Almaviva se quedan solos, oyen que alguien se acerca y se esconden. Es Figaro, el barbero de Sevilla. Figaro está encantado con ese oficio ya que así puede intrigar en todas partes y obtener sus buenos beneficios.
El conde de Almaviva reconoce a Figaro, que en otro tiempo había sido criado suyo, así que se presenta y le cuenta que está en Sevilla porque se ha enamorado de Rosina, y la ha seguido desde Madrid, donde la conoció, pero no puede hablar ni verse con ella. Figaro, en su calidad de barbero del doctor Bartolo,le dice que ya se encargará él de concertar un encuentro entre los dos enamorados. En ese momento Rosina se asoma por el balcón, lleva un papelito en la mano y el doctor Bartolo, que no pierde detalle le pregunta por el contenido de ese papel. Rosina responde diciendo que es la letra de un aria de L’inutile precauzione, la nueva ópera que se va a estrenar en Sevilla. Figaro y Almaviva, que se han escondido lo oyen todo y ven como Rosina simula que se le ha caído el papel en un descuido, y le pide al doctor que vaya a recogerlo. Mientras el tutor se dispone a hacerlo, Rosina llama a los dos hombres que se ocultan, recogen el papel y vuelven a su escondite. El doctor Bartolo no ve el papel por ninguna parte y todo le parece muy extraño, así que se asegura de que Rosina esté a buen recaudo en la casa.

Figaro y el conde leen lo escrito por Rosina, que no es otra cosa que una llamada de socorro para que la liberen de la férrea vigilancia del tutor. En ese momento el doctor Bartolo sale de casa diciéndole a su criado que cierre bien la puerta.
Figaro aconseja a Almaviva que cante una canción que le deje claro a Rosina cuales son sus intenciones. Almaviva así lo hace, se presenta a Rosina, diciendo llamarse Lindoro y ser pobre.
Rosina empeza a contestarle desde la ventana, pero este diálogo se ve interrumpido de golpe. El conde se desespera de nuevo, Figaro le dice que si no tuviera tanto trabajo le ayudaría, pero… Almaviva entiende el mensaje y le promete tanto oro como quiera. A Figaro se le ocurren de repente mil ideas y no parece que tenga tantas cosas que hacer ya.

Figaro propone que Almaviva se disfrace de soldado y además borracho. Como soldado puede pedir alojamiento en la casa y por ley se lo tienen que brindar. Figaro y Almaviva quedan de acuerdo y se despiden.

Rosina está escribiendo una nota para Almaviva y afirma que hará cualquier cosa para conseguirlo. En ese momento entra Figaro que viene a hablarle de ese joven que la rondaba en la calle, cuando llega el tutor. Figaro se esconde. El doctor Bartolo le pregunta si ha venido el barbero, Rosina le dice que sí y para fastidiarle más le comenta lo guapo y simpático que le parece ese barbero.
Llega don Basilio, profesor de música y que trabaja para que el doctor se pueda casar con Rosina. Esta vez, don Basilio trae la noticia de que el conde de Almaviva está en Sevilla y se le ha ocurrido que se podría destruir la buena fama del conde, lanzando una calumnia contra él. Bartolo ve que la boda es urgente y no puede esperar a que esta estrategia surta efecto. Don Basilio se conforma y mientras cobre hará lo que el doctor Bartolo disponga.
Figaro le explica a Rosina que Almaviva es un estudiante llamado Lindoro, y que ella le debe escribir una carta, para su sorpresa, Rosina le saca la que ya le había escrito antes. Figaro se admira de la astucia de la muchacha y se va.
Vuelve el doctor Bartolo con sus inspecciones de control y descubre que Rosina tiene un dedo sucio de tinta, ella le dice que ha usado la tinta para aliviarse del dolor de una quemadura. El tutor cuenta las hojas que había para escribir y ve que falta una, Rosina esta vez se excusa diciendo que la ha usado para hacer un cucurucho para mandar unos caramelos a la hija de Figaro, Marcellina, que está enferma. El doctor Bartolo sigue con su investigación y ve claramente que la pluma ha sido usada, Rosina le dice que la ha utilizado para dibujar una flor para bordar. Al doctor no le convencen estas explicaciones y le deja bien claro que no lo va a enredar con tanta facilidad, y amenaza a la muchacha con encerrarla en su habitación.
Entra Berta, la criada, con el cesto de ropa limpia cuando llama a la puerta el mismo conde de Almaviva, vestido de soldado y aparentando estar como una cuba. Bartolo se asusta y pretende impedir la entrada del joven, pero él le presenta su carta de alojamiento, Bartolo le dice que él está exento de esta obligación de acoger a la soldadesca y va a buscar el documento que lo justifica. Almaviva intenta pasar una nota a Rosina que está presente pero es sorprendido por el tutor que quiere leer el papel, Rosina cambia rapidamente ese papel comprometedor por la lista de la ropa limpia, y así lo comprueba el doctor cuando lo lee, siendo burlado de esta manera.
Berta da paso a Figaro y detrás llega don Basilio para dar la clase de música a Rosina. Rosina rompe a llorar, Almaviva quiere pegar al doctor Bartolo, Figaro intenta poner paz sin éxito. Finalmente llega la guardia. El oficial quiere arrestar a Almaviva, por estar borracho, pero éste le enseña un documento que lo acredita como noble, así que el guardia se desdice de sus intenciones para sorpresa del doctor Bartolo.
Aquí acaba el primer acto con el concertante en el que todos manifiestan tener la cabeza como si se la estuvieran martilleando debido a la confusión.

Juan Diego Flórez interpreta Se il mio nome saper voi bramate

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