Der Rosenkavalier (Strauss) – Solti, Kiri Te Kanawa

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DER ROSENKAVALIER (RICHARD STRAUSS) GEORG SOLTI, KIRI TE KANAWA

 

En el video siguiente veremos el debut en el rol de la Mariscala en la Royal Opera House, en 1985, de la soprano Kiri Te Kanawa. La dirección musical es de Georg Solti y la escénica del oscarizado John Schlesinger.

 

Richard Strauss contó con la colaboración de su libretista preferido, Hugo von Hofmannsthal para la creación de esta ópera, sin embargo sus ideas eran bastante diferentes en un principio. Tanto es así que Strauss quería titularla El baron Ochs de Lerchenau, dando un mayor protagonismo al primo de la Mariscala, y consiguientemente la ópera tenía un marcado carácter grotesco. Hofmannsthal, por el contrario, quería hacer algo mucho más delicado, simbolizado por la elegancia de la rosa de plata. Así se sucedieron una serie de tira y afloja, con otros títulos que se iban proponiendo sin acabar de decidirse, hasta que al final Strauss dijo: ¡El caballero de la rosa a mí no me gusta nada, yo prefiero el barón Ochs! pero qué se le va a hacer. A Hofmannsthal le gusta lo fino, lo etéreo, y mi mujer también está a favor de El caballero de la rosa. ¡Pues sea el caballero de la rosa, y que se lo lleve el diablo!

Y así fue como ha llegado hasta nuestros días Der Rosenkavalier (El caballero de la rosa). Pero en Der Rosenkavalier podemos encontrar una comedia y un drama a la vez, todo lo referente al barón Ochs es cómico, pero el personaje de la Mariscala es mucho más profundo, más trágico. Para este gran personaje femenino de Strauss, lo que desencadena la tragedia; llevada con mucha elegancia, eso si, es el paso del tiempo. Es una mujer en la plenitud de su belleza, no es para nada una mujer mayor. Si se siente mayor es por la comparación con su joven amante Octavian, y sabe renunciar a él haciendo una retirada que la ennoblece, ante el amor del joven y Sophie.

El terceto que concluye la ópera es, posiblemente, una de las músicas más bellas escritas por Strauss, y como se ha dicho es tan bella que dan ganas de llorar.

 

Ahora dispongámonos a disfrutar de una excelente versión, en todos los sentidos, de El caballero de la rosa.

 

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