ESCENA FINAL DE TURANDOT
Introducción
Giacomo Puccini inició la composición en enero de 1921. En marzo de 1924, había completado la ópera hasta el dueto final. Sin embargo, no había quedado satisfecho con el libreto del dúo y no reanudó el trabajo hasta el 8 de octubre, El 10 de octubre diagnostican a Puccini cáncer de garganta y muere pocas semanas después, el 29 de noviembre, dejando tan solo treinta y seis páginas con esbozos sobre el final de Turandot. Puccini también dejó instrucciones para que Riccardo Zandonai terminara la ópera, sin embargo su hijo Tonio objetó esta decisión y Franco Alfano fue comisionado para concluirla.
Así pues la escena final de Turandot que hoy veremos es la que Alfano escribió según las indicaciones de Puccini.
Escena final de Turandot
Llegamos al final de la ópera con la pena por la muerte de Liù (para mí los momentos mejores de la ópera) y nos enfrentamos a ver que hará esta princesa tan cruel.
La escena final de Turandot empieza con el dúo entre Calaf y la princesa. Él la llama Principessa di morte! Principessa di gelo! (Princesa de muerte, princesa de hielo). Turandot sigue horrorizada ante la posibilidad de que Calaf la toque. Le ordena que se aparte, pero él no le hace caso y se acerca hasta besarla.
El alba está llegando. Ya sabemos que Calaf ha dicho que se ofrece a morir si ella le dice su nombre antes del alba. Turandot no puede no reconocer que Calaf le ha llegado al alma, y le ruega que se vaya con su misterio. Sin embargo, Calaf le dice claramente su nombre y literalmente pone su vida en sus manos.
La escena final de Turandot concluye con toda la corte reunida ante el emperador y ella diciendo que sabe su nombre y lo puede decir antes del alba, su nombre es ¡Amor!, y toda la corte felicita a la princesa. Suponemos que también respirarían aliviados ante la idea de que tal vez el terror que sembraba su princesa se ha terminado.
Versión
Vamos a ver la escena final de Turandot de una nueva producción de la Ópera Estatal de Viena de 2023. En ella debutaba el rol de Turandot la soprano lituana Asmik Grigorian, que no sé si lo cantará mucho, pero lo defendió con bravura. Jonas Kaufmann fue Calaf. La dirección musical es de Marco Armiliato y la escénica de Claus Guth, que ya sabemos que siempre sorprende. En esta producción no vemos todas las opulencias de la corte imperial china, porque Turandot está en su habitación, recluida por el trauma que la sobrepasa y por el que hace todas las locuras que hace. A veces los directores de escena creen que deben explicar lo evidente. Creo que todo el que haya visto esta ópera una vez, se da cuenta de que muy centrada no está la princesa, pues bien, Guth, por si a alguien se le había pasado, nos da su versión. Como siempre, para gustos, los colores.
AQUI podemos seguir la escena final de Turandot con el libreto.