PELLÉAS ET MÉLISANDE DE DEBUSSY
Introducción
Hoy vamos a ver un fragmento de Pelléas et Mélisande de Claude Debussy. Esta ópera es la única del compositor francés (otros intentos quedaron en nada). Es una de las óperas imprescindibles del siglo XX y una representante perfecta de lo que fue el movimiento del simbolismo.
Veremos una de las escenas más emblemáticas de esta ópera, Mes longs cheveux, con Patricia Petibon y Jean-Sébastien Bou, en los papeles protagonistas y Kyle Ketelsen como Golaud .
Pelléas et Mélisande
Esta ópera se estrenó en París en 1902, y fue recibida con uno de los mayores escándalos que se recuerdan en ese mundillo. La sala silbaba, se reía a carcajadas en los momentos más tensos. A la réplica de Mélisande, «No soy feliz» («Je ne suis pas heureuse»), toda la sala aulló, «Nosotros tampoco» («Nous non plus»). Debussy, atrincherado en el despacho del director, no quería ver a nadie. El director de orquesta, André Messager, se deshizo en lágrimas hasta el final de la representación.
Los críticos y algunos músicos tampoco se mostraron muy entusiasmados al principio. Poco a poco la acabaron aceptando y ha llegado a convertirse en una de las obras maestras de toda la historia.
Argumento
En realidad es muy simple. La ópera describe un apasionado triángulo amoroso entre Pelléas, su hermano Golaud y la extraña Mélisande. Está ambientada en un reino imaginario llamado Allemonde. No hay referencias temporales, aunque su arcaísmo sugiere que transcurre en la Edad Media.
Análisis de la obra
Pelléas et Mélisande es una obra encuadrada dentro del simbolismo. El simbolismo se opone al realismo en todas sus formas, y busca expresar aspectos de la realidad que no son evidentes. En lugar de representar los aspectos superficiales de la experiencia humana, se concentra en las impresiones que transmiten estas experiencias y las emociones subliminales que liberan.
De acuerdo con los postulados de este movimiento, esta obra evita en todo momento la grandilocuencia y en su lugar se crea una atmósfera íntima, de duda, anhelo y misterio. En lugar de centrarse en los acontecimientos más importantes de la historia, se despliegan situaciones cotidianas aparentemente intrascendentes, que a través de su alto contenido simbólico revelan la realidad subyacente de la trama.
La obra se caracteriza por un estilo de declamación lírica en el que se valoriza el texto, y se busca su máxima comprensibilidad. Por eso, salvo algunos momentos del dúo de amor del IV acto, no hay superposiciones en las voces. La orquesta no es estridente, y permite en todo momento a los cantantes desplegar claramente el texto. Debussy logra crear a través de la música la atmósfera de intimidad y sugestión que requiere la leyenda.
Escena escogida
Es la primera del acto III. Lleva por título Mes logs cheveux (Mis largos cabellos). Mélisande está peinando su largo cabello en la ventana de la torre mientras canta. Aparece Pelléas y le pide que se asome ya que se quiere despedir porque se va a la mañana siguiente. Al asomarse, su larga melena comienza a deslizarse llegando hasta Pelléas que la ata a un árbol cercano para retenerla. Aparece Golaud y viendo lo que está sucediendo entre su esposa y su hermanastro lo califica de “juego de niños” tratando de acallar sus celos.