La ópera en el cine: Philadelphia 2


La ópera en el cine: Philadelphia

opera y cine philadelphia

 

 

¿Te gusta la ópera? , con esta frase se inicia esta escena, escalofriante escena de la película Philadelphia, en la que Andrew Beckett (Tom Hanks) intenta explicar al abogado Joseph Miller (Denzel Washington), lo que supone la ópera para él, lo que le transmite y de que modo la vive. Para ello, el protagonista elige su aria preferida, que no es otra que la extraordinaria La mamma morta de la ópera Andrea Chenier de Giordano e interpretada por Maria Callas.

Esta es una escena cargada de dramatismo, de pasión, del éxtasis que cualquier amante de la ópera puede llegar a sentir cuando se deja llevar libremente por la música. Siempre he pensado que ver a alguien vivir de manera tan intensa al oir una música, hace que sintamos ganas de experimentar la misma emoción. De hecho esta escena ha sido el punto de partida para que muchos espectadores empezaran a escuchar ópera.

Conmovedora escena, que vale la pena ver nuevamente aunque se concozca sobradamente.

Philadelphia (1993) es una película dirigida por Jonathan Demme y protagonizada por Tom Hanks y Denzel Washington, en la que se narra como la vida del joven abogado Andrew Beckett (Tom Hanks) cambia cuando se contagia de SIDA y por ello es despedido de la firma de abogados para la que trabajaba. Entonces, decide contratar al abogado Joseph Miller (Denzel Washington) para que le defienda y ambos deberán luchar contra la opinión que tiene la sociedad sobre dicha enfermedad.

 

Texto del aria La mamma morta

La mamma morta
m’hanno alla porta della stanza mia;
Moriva e mi salvava!
poi a notte alta
io con Bersi errava,
quando ad un tratto
un livido bagliore guizza
e rischiara innanzi a’ passi miei
la cupa via!
Guardo!
Bruciava il loco di mia culla!
Così fui sola!
E intorno il nulla!
Fame e miseria!
Il bisogno, il periglio!
Caddi malata,
e Bersi, buona e pura,
di sua bellezza ha fatto un mercato,
un contratto per me!
Porto sventura a chi bene mi vuole!
Fu in quel dolore
che a me venne l’amor!
Voce piena d’armonia e dice:
«Vivi ancora! Io son la vita!
Ne’ miei occhi è il tuo cielo!
Tu non sei sola!
Le lacrime tue io le raccolgo!
Io sto sul tuo cammino e ti sorreggo!
Sorridi e spera! Io son l’amore!
Tutto intorno è sangue e fango?
Io son divino! Io son l’oblio!
Io sono il dio che sovra il mondo
scendo da l’empireo, fa della terra
un ciel! Ah!
Io son l’amore, io son l’amor, l’amor

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