En las óperas, salvo en aquellas catalogadas como bufas, es frecuente que haya una gran escena en la que uno de los protagonistas muere. Estas grandes escenas de muerte suelen encontrarse al final de la ópera, poniendo así un punto trágico que suele dejar conmovido al espectador. Vamos a dedicar una serie de entradas a recordar estas grandes escenas de muerte en la ópera. También podría decirse que en su mayoría son grandes escenas de amor, ya que muchas veces el amor es lo que lleva a la muere a los protagonistas.
Para empezar esta serie de sobrecogedoras y dramáticas grandes escenas de muerte, lo vamos a hecer con el dúo final de la ópera Manon de Jules Massenet. Manon está destruída, toda su gran belleza se ha esfumado y sólo conserva a su lado a su caballero Des Grieux. Muere en sus brazos, tal vez inconsciente de que ha conseguido la mayor riqueza a la que todo ser humano puede aspirar: morir siendo amada hasta el fín.
Natalie Dessay es Manon y Des Grieux es Rolando Villazón.
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