En la ópera «Macbeth» de Giuseppe Verdi, Lady Macbeth también tiene una escena de sonambulismo y su correspondiente aria de enajenación, que la llevará a la muerte. Maria Guleghina la interpreta en una producción de la Metropolitan Opera House de 2008.
Una macchia è qui tuttora…
Via, ti dico, o maledetta!…
Una… Due… gli è questa l’ora!
Tremi tu?… non osi entrar?
Un guerrier così codardo?
Oh vergogna!… orsù, t’affretta!…
Chi poteva in quel vegliardo
Tanto sangue immaginar?
MEDICO
Che parlò?…
LADY MACBETH
Di Fiffe il Sire
Sposo e padre or non era?…
Che n’avvenne?…
DAMA E MEDICO
Oh terror!…
LADY MACBETH
(Si guarda le mani.)
…E mai pulire
queste mani io non saprò?…
DAMA E MEDICO
Oh terror!…
LADY MACBETH
Di sangue umano
Sa qui sempre… Arabia intera
Rimondar sì piccol mano
Co’ suoi balsami non può.
Ohimè!…
MEDICO
Geme?
LADY MACBETH
I panni indossa
Della notte… Or via, ti sbratta!…
Banquo è spento, e dalla fossa
Chi morì non surse ancor.
MEDICO
Questo ancor?…
LADY MACBETH
A letto, a letto…
Sfar non puoi la cosa fatta…
Batte alcuno!… andiam, Macbetto,
Non t’accusi il tuo pallor.
DAMA E MEDICO
Ah, di lei pietà, Signor!
Traducción
LADY MACBETH
Tengo aquí una mancha, ¡siempre!
¡Fuera, te digo, maldita!
¡Una… dos… le ha llegado la hora!
¿Tiemblas?… ¿No se atreve a entrar?
¿Un guerrero y tan cobarde?
¡Qué vergüenza!… ¡vamos, date prisa!
¿Quién hubiera imaginado
que ese anciano tuviera tanta sangre?
MÉDICO
¿De qué habla?
LADY MACBETH
El señor de Fiffe
¿no era esposo y padre?
¿Qué ha sido de él?…
DAMA Y MÉDICO
¡Oh, terror!
LADY MACBETH
(Se mira las manos)
… ¿Es que no lograré jamás
limpiarme las manos?
DAMA Y MÉDICO
¡Oh, terror!
LADY MACBETH
De sangre humana
siempre se siente el hedor… Arabia entera
no podría purificar una mano tan pequeña
con todos sus bálsamos.
¡Ay de mí!
MÉDICO
¿Por qué gime?
LADY MACBETH
Ponte tu ropa
de noche… Ahora, fuera de aquí.
Banquo ha muerto, y quien ha muerto
no vuelve a salir de la fosa.
MÉDICO
¿Y además esto?
LADY MACBETH
A la cama, a la cama…
Lo hecho, hecho está…
¡Alguien llama!… vamos, Macbeth,
no vaya a acusarte tu palidez.
DAMA Y MÉDICO
¡Cielos, tened piedad de ella!