Precedida del extraordinario Preludio, podemos ver la interpretación de Eva-Maria Westbroek del magnífico Liebestod de Tristán e Isolda de Richard Wagner.
Hemos escogido este vídeo, con el Preludio incluido, porque es un modo de centrarse en el brutal dramatismo de la muerte de Isolda. Con esta escena hay que crear el ambiente oportuno. Una expresión tan sublime del amor, como la que hace Isolda antes de morir, requiere que todos nuestros sentidos estén puestos en lo que se va a desarrollar ante nosotros.
La traducción al español del Liebestod (Muerte de amor) es la siguiente:
Cuan dulce y suave
sonríe,
como se entreabren
sus ojos tiernamente
¿Le veis, amigos?
¿No le veis…?
¡Cómo resplandece
con luz creciente!
Cómo se alza
rodeado de estrellas.
¿No le veis?
¡Cuán valiente y henchido,
lleno y sublime,
se le inflama el corazón
en el pecho!
Y de sus labios
deleitosos y suaves
fluye un hálito dulce y puro:
¡Amigos, mirad!
¿No le percibís? ¿No le veis?
¿Tan sólo oigo yo esa melodía,
que tan maravillosa y quedamente,
suena desde su interior
en delicioso lamento
que todo lo revela,
en tierno consuelo, gentil reconciliación,
penetrando en mí, elevándose,
en dulces ecos
que resuenan en mí?
Esa clara resonancia que me circunda
¿es la ondulación de delicadas brisas?
¿Son olas de aromas embriagadores?
¡Cómo se dilatan y me envuelven!
¿Debo aspirarlas?
¿Debo percibirlas?
¿Debo beber o sumergirme?
¿O fundirme en sus dulces fragancias?
En el fluctuante torrente,
en la resonancia armoniosa,
en el infinito hálito
del alma universal,
en el gran Todo…
perderse, sumergirse…
sin conciencia…
¡supremo deleite!
Realmente es un deleite sumergirse en esta música excepcional que Wagner escribió para este momento de la ópera Tristán e Isolda.